En la búsqueda de la causa del accidente de un avión de carga procedente de Alemania en Lituania, los investigadores esperan obtener importantes datos del análisis de las grabadoras de vuelo. Tanto la grabadora de datos de vuelo como la grabadora de voz se recuperaron de los restos del avión de Swift Air, que viajaba de Leipzig a la capital lituana, Vilnius, por encargo de DHL. Los dos dispositivos, también conocidos como la "caja negra", podrían arrojar luz sobre la causa del accidente, que sigue sin estar clara a pesar de los avances en la investigación.
El avión se estrelló en una zona residencial cercana al aeropuerto de Vilna en la madrugada del lunes, poco antes de su aterrizaje previsto, y se precipitó contra el suelo. Uno de los cuatro miembros de la tripulación murió, otros tres -entre ellos un alemán- están siendo atendidos en el hospital. Los residentes no resultaron heridos.
Las grabadoras de vuelo podrían ser una pieza crucial del rompecabezas
Las autoridades lituanas han puesto en marcha una amplia investigación tras el accidente. El jefe de la policía, Arunas Paulauskas, supone que la investigación del lugar del accidente, acordonado, podría concluir en unos días. Con los registradores de vuelo, los investigadores han encontrado una pieza importante y posiblemente decisiva del rompecabezas durante su búsqueda en el gran campo de escombros. La grabadora de datos de vuelo registra los datos de vuelo, la grabadora de voz las conversaciones en la cabina.
El análisis de los datos llevará alrededor de un mes, informó Der Spiegel, citando a un portavoz del Ministerio de Justicia lituano. Según el informe, los registradores de vuelo podrían ser analizados en Alemania. Los investigadores alemanes ya participan in situ en la búsqueda de las causas del accidente. También está previsto que lleguen a Lituania expertos de España y Estados Unidos.
Investigaciones "en todas las direcciones"
Según el ministro de Asuntos Exteriores, Gabrielius Landsbergis, se siguen investigando todas las causas imaginables. "Estamos examinando todas las opciones posibles. Hasta ahora, no se ha descartado ninguna opción", declaró. Su colega alemana, Annalena Baerbock, también subrayó que las autoridades de ambos países están investigando "en todas las direcciones". Además de un accidente técnico, también consideró posible un accidente provocado deliberadamente.
El accidente aéreo suscita interrogantes y temores en particular porque las autoridades de seguridad alemanas habían advertido a finales de agosto del envío de "artefactos incendiarios no convencionales" por parte de desconocidos a través de proveedores de servicios de transporte de mercancías. En aquel momento, la advertencia se relacionó en círculos de seguridad con un incidente en el centro logístico de DHL en Leipzig, que actúa como centro mundial de la empresa. Al parecer, en julio se incendió allí un paquete enviado desde los países bálticos que contenía un artefacto incendiario. Basándose en la investigación, también se realizaron detenciones en Lituania, que fueron confirmadas por la Fiscalía General de Vilnius a principios de mes.
Según los investigadores, hasta ahora no hay pruebas de un accidente provocado deliberadamente. En una rueda de prensa celebrada el martes, Laurynas Naujokaitis, jefe de la unidad de investigación de accidentes de tráfico del Ministerio de Justicia lituano, negó la cuestión de si había indicios de que el siniestro estuviera relacionado con el terrorismo, el sabotaje u otras influencias de este tipo: "Por el momento, no tenemos indicios de este tipo."
El jefe del Centro Nacional de Gestión de Crisis, Vilmantas Vitkauskas, también dijo en una entrevista con la agencia BNS que no había información de que el avión se incendiara antes de tocar tierra o de que los pilotos hubieran sido perturbados por interferencias en la navegación por satélite GPS.
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