Aunque canta sobre héroes de la infancia, el amor y la familia, el músico Sebastian Krumbiegel no quiere que su música sea kitsch. "En realidad no quiero ser cursi. Pero es otra forma de abrir los corazones", declaró el músico en una entrevista con la Agencia Alemana de Prensa. Krumbiegel afirma que "casi consigue evitar la cursilería" con sus creaciones literarias. Sus fans podrán comprobarlo con su nuevo álbum ("Aufstehen - Weitermachen!"), que saldrá a la venta el 20 de septiembre.
Krumbiegel también encuentra líneas de texto que abren el corazón y, por tanto, tocan lo kitsch en la música de sus modelos a seguir, dijo. "Soy un gran fan de los Beatles. Ellos también escribieron sus canciones de una forma mayoritariamente positiva. Por cierto, tienen eso en común con Bach. Esa es otra razón por la que su música vale mucho más que muchas otras en este mundo"
Además de a Freddie Mercury, uno de sus ídolos musicales de la infancia, Krumbiegel, nacido en Leipzig, también canta a su abuela y a Dagmar -su profesora de guardería- en su nuevo álbum. "Se podría decir que el álbum es una autobiografía musical". Pero ése no era el plan, dijo.
No buscó temas para su nuevo álbum, sino que cantó sobre lo que había vivido, dijo el músico. "Esto es real. Hoy dirías: es real. La tía Dagmar, por ejemplo, era muy importante para mí. Me abrazaba cuando los demás se burlaban de mí. Ya era hora de hacer una canción sobre eso"
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