En su búsqueda de un nuevo club, el futbolista profesional Niklas Kreuzer ha notado reservas debido a su cáncer. "Era el tema principal en todas las conversaciones con todos los clubes. ¿Aún puedes jugar? ¿Sigues siendo capaz de practicar deporte de competición? ¿Y volverás a ser el mismo?", dijo el jugador de 31 años en "Schwarz-Gelb, der Dynamo-Podcast" para el periódico "Sächsische Zeitung".
Salchicha frita en lugar de filete de ternera
Kreuzer fue diagnosticado de cáncer testicular a mediados de agosto de 2023. El defensa superó la enfermedad y celebró su reaparición a finales de enero en el Hallescher FC, entonces club de tercera división. Tras el descenso a la Regionalliga, Kreuzer se quedó sin club, recibió muchos rechazos y no fichó por el SV Sandhausen hasta el 29 de agosto.
Kreuzer ya sospechaba que la búsqueda de un nuevo empleador sería difícil. "Desde el principio supe que yo no era el filete de ternera por el que todo el mundo se peleaba. Era una salchicha barata", explica el hijo del ex profesional del Bayern Oliver Kreuzer. "Llegó un momento en que no pude seguir escuchándolo, esa desconfianza en mis capacidades físicas."
Ahora ha recuperado su plena forma física, aunque ha sido un largo camino tras la grave enfermedad. "Todavía estaba calvo en marzo. No era un virus pequeño, me limitaba", dijo Kreuzer. Había ofrecido a los clubes hacer pruebas de rendimiento y análisis de sangre para demostrar su buen estado físico.
Motivación a través de las cancelaciones
Le sirvieron de motivación las numerosas cancelaciones de clubes que, según Kreuzer, aún querían ficharle antes de la enfermedad. "Fueron puntos que me demostraron que quería demostrárselo. Fueron pequeñas inyecciones de motivación", afirma el veterano profesional del Dinamo de Dresde. Kreuzer también acabó en Sandhausen porque Sreto Ristic, que antes estaba en el Halle, es el entrenador allí. Kreuzer tiene contrato con la SVS hasta finales de junio de 2025.
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