Los fundadores del fabricante de armas Heckler & Koch fueron compañeros de viaje en tiempos del nazismo, según un estudio. "Edmund Heckler fue un oportunista que puso su experiencia al servicio de los preparativos y la economía de guerra", dice el estudio de la Gesellschaft für Unternehmensgeschichte (GUG), encargado por la empresa y presentado el martes en Oberndorf. Se había unido al NSDAP a finales de 1939 para avanzar en su carrera profesional.
La industria alemana estuvo profundamente implicada en los crímenes nazis. Hace tiempo que numerosas empresas han visto reevaluado por los historiadores su pasado, lastrado por el uso de trabajadores forzados. Heckler & Koch es un caso especial, ya que la empresa se fundó en 1949, en la época de la República Federal de Alemania. Durante décadas, la empresa no se ocupó de la cuestión de lo que sus fundadores habían hecho antes. En 1999, con motivo del 50 aniversario de la empresa, se publicó una crónica de la empresa repleta de imágenes que no abordaba esta cuestión de forma crítica.
El estudio del historiador que ahora se publica también ha arrojado luz sobre el pasado de los demás fundadores: Theodor Koch fue miembro de las SS y apoyó económicamente a la organización nacionalsocialista. Sin embargo, "no era un nacionalsocialista comprometido", afirma Stefanie van de Kerkhof, autora del estudio. Los investigadores tampoco consideran que el tercer fundador, Alexius Seidel, fuera un nazi activo.
Un precursor de H&K fue Oberndorf Mauser-Werke, donde trabajaban Koch y Seidel. En tiempos de guerra, en cambio, Heckler había trabajado para la empresa de municiones Hasag en Sajonia, como director de planta de una fábrica de cartuchos en Taucha con más de 1.000 empleados. No era responsable de una fábrica de tanques vecina de Hasag, donde, según informes de testigos, reinaban condiciones especialmente malas.
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