En la República Checa se ha desatado un debate poco antes de Semana Santa sobre los horarios de apertura de los comercios en días festivos. La actual normativa está causando confusión a muchas personas, según informó el miércoles el diario "Pravo". "No soy sólo yo, sino muchos otros los que tienen que comprobar si las tiendas están abiertas o no antes de cada festivo", dijo Vera Kovarova, vicepresidenta del Parlamento. "No sé qué está pasando", admitió Marek Benda, líder del partido gobernante ODS.
En la actualidad, las tiendas con una superficie de venta de más de 200 metros cuadrados deben permanecer cerradas el lunes de Pascua y el 1 de enero, el 8 de mayo, el 28 de septiembre, el 28 de octubre y las dos fiestas de Navidad. Sin embargo, las puertas de los comercios pueden permanecer abiertas otros días festivos, como el Viernes Santo. Esto también se aplica el 1 de mayo, Día del Trabajo, o el 17 de diciembre, que conmemora el cambio democrático de 1989 como día de lucha por la libertad y la democracia.
Una nueva iniciativa legislativa de un grupo de diputados para abolir por completo la prohibición de vender en días festivos tiene pocas posibilidades de obtener la mayoría. Su partido democristiano KDU-CSL nunca levantará la mano a favor de ello, subrayó el ministro de Agricultura, Marek Vyborny. Olga Richterova, del Partido Pirata checo, también en el Gobierno, también expresó su desaprobación. "En Occidente, es práctica común que los empleados pasen ciertas vacaciones con sus seres queridos y se relajen", dijo.
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