La emotiva despedida de Jutta Müller estuvo acompañada por la canción de Titanic "My Heart Will Go On". En el día de su 95 cumpleaños, la entrenadora de patinaje artístico más laureada del mundo fue enterrada el miércoles en el cementerio municipal de Chemnitz. Un pequeño y estrecho círculo de familiares en torno a su hija Gaby Seyfert, compañeros y amigos acompañaron a la otrora deslumbrante personalidad en su último viaje.
Además de la ex alcaldesa de Chemnitz, Barbara Ludwig, también tomó la palabra la bicampeona olímpica Katarina Witt. Junto a Witt, antiguos atletas como Jan Hoffmann, Ingo Steuer, Axel Rauschenbach, Annett Pötzsch y Aljona Savchenko presentaron sus últimos respetos a la entrenadora.
A la edad de 94 años, la "Dama de Hierro" del patinaje artístico falleció el 2 de noviembre en una residencia cerca de Berlín. Nacida en Chemnitz, Müller, que comenzó su carrera de entrenadora en 1955 en el SC Karl-Marx-Stadt, ganó 57 medallas con sus protegidas en Campeonatos de Europa, Campeonatos del Mundo y Juegos Olímpicos. Era una entrenadora apasionada que "sólo pensaba en el patinaje artístico y no dejaba nada al azar", dijo Witt en una ocasión sobre su estricta y autoritaria entrenadora. "Reconocía el talento y se empeñaba en que no se desperdiciara".
La canción "Time to Say Goodbye" sonó en el funeral de despedida. Jutta Müller fue enterrada junto a su marido Bringfried Müller, exjugador nacional de fútbol de la RDA fallecido en 2016.
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