El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha lanzado una advertencia urgente en Dresde sobre el peligro de los extremos en Europa. La democracia y la libertad habían parecido tan evidentes a todo el mundo, dijo Macron el lunes frente a la Frauenkirche de Dresde. Tras la caída del Muro de Berlín, la gente había pensado que ese viento se extendería por todas partes. "¡Pero miremos hoy a nuestro alrededor! Observemos la fascinación por los regímenes autoritarios. Miremos el momento antiliberal que vivimos en Europa"
Mucha gente dijo que quería el dinero de Europa, pero no la independencia del poder judicial, la libertad de prensa, la diversidad de la cultura, la autonomía de las universidades. "Esta tendencia no es una tendencia, es una realidad en Hungría. Era una realidad hasta las maravillosas elecciones en Polonia". Macron añadió: "En todas partes, en nuestras democracias, florecen estas ideas, alimentadas por los extremos y especialmente por la extrema derecha"
Macron hizo un llamamiento: "¡Despertemos! Nuestra Europa no es un supermercado!". Europa no es sólo un lugar donde la gente se pone de acuerdo sobre normas comunes. "Es un pilar de valores, de cultura, de libertades individuales y políticas". Y subrayó: "Debemos recuperar la fuerza, el compromiso para defenderla en todas partes, y hacerlo en todos los países frente a estos malos vientos y estos extremos". Debemos responder a las preocupaciones y a los motivos de cólera con una Europa del respeto.
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