Tres estados federados del este de Alemania exigen más apoyo del Gobierno federal para el futuro abastecimiento de agua en Lusacia y la región metropolitana de Berlín-Brandemburgo. Tras la decisión de poner fin a la extracción de lignito en Lusacia en 2038, los expertos esperan que el Spree, importante para el abastecimiento de agua potable de Berlín, lleve mucha menos agua porque apenas se bombearán aguas subterráneas al río desde las minas a cielo abierto.
La reducción de la disponibilidad de agua no debe poner en peligro la base de la vida o el cambio estructural en la región, según una declaración adoptada por los jefes de gobierno de Sajonia, Brandeburgo y Berlín en una reunión celebrada en la capital el viernes. Por lo tanto, es absolutamente esencial una acción conjunta, rápida, específica y sostenible por parte de políticos, autoridades, empresas mineras y sociedad.
La declaración señala que la generación de energía a partir del carbón en Lusacia ha desempeñado y sigue desempeñando un papel fundamental a la hora de garantizar un suministro energético fiable en Alemania. Es de esperar que el balance hídrico de Lusacia sufra nuevos cambios como consecuencia de la eliminación progresiva del carbón. En este contexto, el gobierno federal tiene la obligación de garantizar financieramente los ajustes necesarios en la gestión del agua.
Un estudio de la Agencia Federal de Medio Ambiente ha revelado que el suministro de agua potable en el área metropolitana de Berlín y a lo largo del río Spree se ve amenazado por importantes embotellamientos. Con el fin de la extracción de lignito en Lusacia, el río podría transportar hasta un 75% menos de agua a nivel local en los meses secos de verano. La oficina aconseja trasvasar agua al Spree desde ríos vecinos como el Elba, el Neisse lusaciano y el Oder. Para ello podrían utilizarse, por ejemplo, tuberías o túneles junto con embalses.
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