El tenor estrella Josep Carreras también atribuye el éxito de su carrera a unas estrictas normas en la vida cotidiana. "Para mí sólo hay una cosa: ¡disciplina! Lo que como, lo que bebo, cuántas horas duermo, cuánto hablo... o no hablo los días que tengo concierto", declaró el cantante de ópera de 78 años a la Agencia Alemana de Prensa en Múnich.
Su próxima gran aparición será en la 30ª gala de recaudación de fondos de la Fundación Alemana Josep Carreras contra la Leucemia en Leipzig, que se podrá ver en directo en la televisión MDR a partir de las 20.15 horas del jueves y en streaming en la mediateca de ARD. También asistirán famosos como Sophia, Tim Bendzko, Revolverheld y Hansi Hinterseer.
80 como línea roja?
El compromiso del cantante con las personas con leucemia está estrechamente ligado a su propia historia, ya que a él mismo le diagnosticaron la enfermedad en 1987. El hecho de que, casi 40 años después, pueda seguir actuando y recogiendo donativos le llena de gratitud. "Me considero muy afortunado por haber superado una enfermedad tan grave. Todavía puedo trabajar y ayudar a la gente con mi voz". No sabe cuánto tiempo más quiere seguir actuando. Pero: "Creo que 80 será la línea roja, entonces será suficiente". ¿Sobre el escenario con un bastón? No, no quiero eso".
En 1988, el tenor fundó una fundación contra la leucemia en su ciudad natal, Barcelona, a la que siguió la rama alemana con sede en Munich y la primera gala benéfica en 1995. La recaudación se destina a proyectos de investigación, la construcción de centros de tratamiento y servicios sociales como el apoyo psicosocial a los enfermos y sus familias.
Servir a los enfermos no tiene precio
Carreras ha aprendido mucho sobre la enfermedad desde entonces. Sin embargo, según su propia valoración, no habría sido un buen médico. "Soy demasiado emocional. Un científico o un médico no deberían ser emocionales, al menos de cara al exterior. Y luego están todas las habilidades que necesitas para ello, los estudios y muchos, muchos años de experiencia."
El tenor admira el trabajo de los médicos y del personal de enfermería y hospitalario. "Además de todo lo técnico, cuidan a los enfermos, les dan calor y muchas veces ternura. Eso no se paga con ningún sueldo del mundo"
La belleza de los mimos
Además de su trabajo para la fundación, Carreras tiene otras pasiones, ante todo el fútbol y su familia, especialmente sus cinco nietos de entre 11 y 17 años. Con ellos es más feliz. "No hay nada mejor que mimar a tus nietos. Hay que tener cuidado y no pasarse. Pero es maravilloso cuando te piden algo y puedes decir que sí. Es una sensación fantástica"
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