Los mayores se están quedando solos, los jóvenes tienen dificultades en el mundo laboral y con el cuidado de los niños. Los costes de los cuidados se disparan y hay muy pocos educadores dentro y fuera del país. Resolver todos los problemas de nuestra sociedad sólo con más dinero es un callejón sin salida a medio y largo plazo, porque este enfoque sólo intenta aliviar los síntomas, pero no soluciona el error sistémico causal.
La siguiente narración se inspira en un proyecto de viviendas multigeneracionales de Suiza y sin duda sería un enfoque que también podría funcionar en Alemania. Los barrios de la zona de Berna-Solothurn ofrecen una forma de vida única que combina las ventajas de varias generaciones bajo un mismo techo.
Anna es una joven madre que vive en el barrio. Lleva a su hija Emma a la guardería del propio barrio, donde educadores profesionales cuidan de los niños. Anna aprecia la flexibilidad que le ofrece el barrio, ya que ahora puede volver a trabajar a tiempo completo y Emma está bien cuidada en todo momento. El proverbio africano "Hace falta todo un pueblo para criar a un niño" toma forma aquí. La educación y la crianza en este barrio no es una cuestión que incumba sólo a los padres o a las escuelas, sino una tarea comunitaria. Una tarea en la que también participa el Sr. Müller, un jubilado al que le gusta emplear su tiempo sabiamente. Apoya a los profesores de la guardería, hace talleres de manualidades e incluso ayuda a Anna cuando llega un poco tarde del trabajo. Por su ayuda, "paga" horas de atención en el sistema de crédito social del barrio, que luego puede utilizar para sus propios servicios de atención.
La familia de médicos Schmidt, que dirige una consulta aquí, también pertenece al barrio. Por supuesto, no sólo son vecinos del barrio. Viven en uno de los pisos reservados a profesiones relevantes. Sus hijos disfrutan de la variada atención y educación del barrio, y aprecian las cortas distancias al trabajo.
Lo especial de este barrio residencial es la convivencia social. A lo largo del día, los residentes más jóvenes ayudan a los mayores con la compra, mientras que los mayores ayudan a los más jóvenes con el cuidado de los niños y los deberes. Es un toma y daca que cuenta con el apoyo del sistema de crédito social del barrio.
Por qué es importante esta visión y qué deberían hacer los responsables políticos
Esta breve historia muestra cómo podría ser un barrio residencial multigeneracional en Sajonia y qué beneficios ofrecería. Ya es hora de que la política promueva este tipo de modelos de vivienda innovadores como proyectos piloto. Las ventajas son evidentes:
- Alivio para las residencias de ancianos: las personas mayores pueden permanecer activas en la comunidad.
- Mejora de la atención infantil: los niños se benefician de una atención profesional y voluntaria.
- Flexibilidad laboral para los padres: los padres pueden trabajar de forma más flexible.
- Tareas sociales para pensionistas: Los pensionistas encuentran un empleo con sentido.
- Educación variada para niños: Los niños se benefician de la interacción con diferentes grupos de edad.
- Tareas sociales para adolescentes: Los jóvenes aprenden de forma práctica a cuidar de los mayores.
Reivindicación de la política
En vista de los retos sociales y demográficos a los que se enfrenta Alemania, urge promover modelos de vivienda innovadores, como las residencias multigeneracionales.
Los jóvenes aprenden de forma práctica a cuidar de los mayores.
