La gente aprende mientras vive: el bajista Hans-Jürgen "Jäcki" Reznicek también ve la carrera de músico como un proceso de aprendizaje permanente. "En mi opinión, lo mejor de ser músico es que nunca estás acabado", declaró a la Agencia Alemana de Prensa. Cualquiera que piense lo contrario es rápidamente superado por los jóvenes músicos". El músico de 71 años describió su motivación como seguir aprendiendo cosas nuevas en la música.
Reznicek, que enseñó durante muchos años como profesor en la Academia de Música de Dresde y también ha escrito libros muy aclamados sobre cómo tocar el bajo en el extranjero, está actualmente de gira con la banda de rock Silly, principalmente por Alemania del Este. En la gira electroacústica participan los bardos de Silly Ritchie Barton y Uwe Hassbecker, así como el ex vocalista de City Toni Krahl y la cantante Julia Neigel.
Glockenspiel y violín
La gira actual ha calado hondo en el público hasta el momento. Prueba de ello son las localidades agotadas y las reacciones entusiastas. Las entradas para el concierto inaugural de la gira, el pasado noviembre en el Kulturpalast de Dresde, se agotaron en un breve espacio de tiempo. Lo mismo ocurrió con otros dos conciertos en el mismo lugar. Reznicek también lo atribuye a los arreglos especiales de los grandes éxitos de Silly.
"A diferencia de un programa de rock normal, utilizamos instrumentos diferentes. Por ejemplo, yo toco un bajo acústico sin trastes y un contrabajo. Uwe Hassbecker toca una guitarra con cuerdas de nailon, guitarras acústicas occidentales y también violín. Ritchie Barton no se sienta al teclado, sino al piano de cola y también toca un pequeño glockenspiel", explica Reznicek.
Clásicos tontos con ritmos de samba
Además, las canciones tienen arreglos completamente diferentes en algunos puntos. "Con algunas canciones, la mayoría de la gente ni siquiera se da cuenta de qué se trata al principio. Sólo se entiende cuando empiezan las voces", subraya el bajista. También hay ritmos de samba en "Schlohweißer Tag". Todo ello hace que los conciertos sean íntimos y también adecuados para salas como la Gewandhaus de Leipzig o la Filarmónica de Berlín.
Reznicek encuentra beneficiosa la estrecha conexión con el público en este tipo de recintos. "Soy el tipo de persona a la que le gusta mirar las caras de la gente durante un concierto. Es divertido ver lo contentos que están o lo atentos que escuchan". También le gusta el hecho de que el público esté formado por varias generaciones, con abuelos que ahora vienen con sus nietos. "Y tenemos un club de fans que viene de toda Alemania."
Algunas letras siguen siendo actuales
Reznicek ve esto como una prueba de la frescura del sonido Silly tras más de 40 años de historia de la banda. Además, siempre se trató de las letras. "Por supuesto, en la época de la RDA, ciertas letras tenían un efecto completamente distinto y la gente las escuchaba de manera diferente". Mientras tanto, sin embargo, los fans e incluso los críticos siguen señalando que canciones como "Alles wird besser" o "S.O.S." siguen siendo relevantes. "Podrían haber sido escritas hoy".
Reznicek no reconoce una "escasez de trabajadores cualificados" entre los jóvenes músicos. "Claro, yo también hago música para ganar dinero, pero sobre todo porque disfruto enormemente. Ser músico implica un trabajo duro. Nadie me obliga a practicar, tiene que salir de dentro". Ha sentido esta actitud en sus 31 años como profesor de la Universidad de Música de Dresde. "Les apasionaba la música"
¿Amenaza la IA a la industria?
El bajista no cree que la inteligencia artificial suponga una amenaza seria para la industria musical. "Puede que desempeñe un papel en la música enlatada, pero no en la música en directo. Un músico de pie en un pequeño club, sudando y tocando con los dedos hasta los huesos... eso no lo puede sustituir ninguna IA. La gente también lo sabe. Quieren vernos en el escenario, aunque metamos la pata.
Además de Silly, Reznicek también quiere seguir tocando el bajo. Un proyecto le une a Driftwood Holly. Este es el nombre de un músico que emigró de Oberwiesenthal a Dawson City, en Canadá, hace más de 20 años y allí se gana la vida como narrador musical. Reznicek, nacido en Dresde, toca folk y country con él y otros colegas desde 2013, en Canadá y también en Alemania. "Es muy divertido"
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