La Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) aboga por una nueva cultura política en Sajonia. "Nos hemos propuesto llevar la paz a la sociedad y unir a la población", declaró Sabine Zimmermann, responsable de la BSW en Sajonia, a la Agencia Alemana de Prensa en Dresde. Si echamos un vistazo a la historia reciente, esto incluye también una comisión de investigación sobre el coronavirus. "Es importante que cosas así no vuelvan a ocurrir. La población espera señales positivas de nosotros". El próximo lunes, la CDU, el BSW y el SPD se reunirán por primera vez en una constelación de tres partidos. Todavía no se habla de conversaciones exploratorias ni de negociaciones de coalición.
"Necesitamos una política con sentido común. Tenemos que ver lo que es factible y no lo que no lo es", dijo Zimmermann. Sajonia necesita un nuevo comienzo. Un nuevo gobierno debe defender un cambio de política. "Pongamos el ejemplo de las escuelas. No debemos limitarnos a hablar de invertir en el futuro, también debemos ponerlo en práctica. Lo mismo se aplica a los hospitales". Aquí no sirven las ideologías. "No se trata de derecha e izquierda. Esa discusión se ha acabado. Se trata de los intereses de los sajones. ¿Qué podemos cambiar? Cómo podemos resolver los problemas de la gente? Esa es la cuestión"
Según Zimmermann, Sajonia también debe enfrentarse al gobierno federal en caso de que se produzcan acontecimientos no deseados y hablar con una sola voz. Hasta ahora, las conversaciones con la CDU y el SPD se habían desarrollado en un buen ambiente. "Todavía nos estamos conociendo. Pero hasta ahora ha ido bien y también hemos hablado de contenidos. Ya hemos avanzado bastante". Desde el punto de vista de la BSW, el tema de la paz es prioritario. Se necesitan mayores esfuerzos por parte del gobierno federal para encontrar una solución diplomática a la guerra en Ucrania.
Zimmermann ve una discrepancia en la política financiera. "Es evidente: Hay que reformar urgentemente el freno de la deuda en la Ley Fundamental. La presión para actuar es inmensa". Por un lado, existe un enorme retraso en las inversiones a nivel federal, estatal y local. Se trata de un legado de la época de la ex Canciller Federal Angela Merkel (CDU). Por otro, hay que superar los retos de la transformación, desde la protección del clima hasta la transición energética y del transporte. Su financiación sigue sin estar del todo clara. No debe ser a costa de amplios sectores de la población. La CDU también rechaza actualmente los llamamientos del SPD de Sajonia para ajustar el freno de la deuda.
Según Zimmermann, Sajonia ha hecho las reglas del gobierno federal aún más estrictas con su restrictivo freno de la deuda. En caso de emergencias como la pandemia de coronavirus, los préstamos tendrían que reembolsarse en su totalidad en un plazo de ocho años. "Esto está cargando actualmente el presupuesto con 400 millones de euros al año, que faltan para inversiones. Tendría más sentido devolver la deuda del coronavirus en un plazo mucho más largo, por ejemplo en 50 años, como ha planeado Renania del Norte-Westfalia". Es urgente reformar el freno de la deuda de Sajonia. Lo que se necesita es una política presupuestaria con sentido de la proporción que utilice el margen de inversión existente.
La presidenta del BSW de Sajonia parte de la base de que su partido aportará un soplo de aire fresco al parlamento. El BSW representa a un amplio sector de la población; su copresidente Jörg Scheibe, por ejemplo, es empresario. "Si la gente nos acusa de no tener ni idea y de ser todos novatos en política, es que no entendemos nada. De eso se trata: necesitamos nuevas formas de pensar. Entramos en el parlamento estatal con gente experimentada". Las acusaciones de que el BSW defiende el populismo y el estalinismo o está "controlado por el Kremlin" son absurdas y carecen de fundamento.
Según Sabine Zimmermann, los actores políticos de Sajonia deben tener siempre presentes los resultados de las elecciones estatales. "El resultado fue claro. La gente quiere un cambio tangible". En las elecciones del 1 de septiembre, la CDU quedó apenas por delante de la AfD (30,6 por ciento) con el 31,9 por ciento de los votos. El BSW logró un 11,8 por ciento desde el principio, dejando muy atrás al SPD, Los Verdes y La Izquierda. Ya no basta con mantener la antigua coalición de CDU, SPD y Verdes. En caso de un gobierno mayoritario, la CDU/CSU tendría que apoyarse en el BSW, que sólo tendría que asumir la responsabilidad unos meses después de su fundación.
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