La decisión de incluir los asentamientos de la Iglesia Morava como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco fue unánime, según Conrad Clemens, jefe de la Cancillería del Estado de Sajonia. "Hoy es un día especial para Herrnhut y la Alta Lusacia, por el que han trabajado muchas personas", declaró el político de la CDU, que siguió la reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco en Nueva Delhi, capital de la India. La solicitud conjunta con EE.UU. e Irlanda del Norte muestra la red mundial y diversa de los moravos.
Esta mañana, la Unesco ha reconocido la pequeña ciudad de Herrnhut, en Sajonia, como parte de los asentamientos de la Iglesia Morava, como nuevo Patrimonio de la Humanidad. El órgano responsable de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia, la Cultura y la Comunicación (Unesco) anunció la decisión en su 46ª sesión en Nueva Delhi, India.
Los asentamientos de la Iglesia Morava se caracterizan por una arquitectura sencilla y clara centrada en vivir, trabajar y creer juntos, dijo Clemens, quien, como hijo de un pastor de la Iglesia Evangélica Libre, pertenece a la Iglesia Morava desde su nacimiento. "Es una idea de convivencia basada en el cosmopolitismo, la igualdad y la cohesión casi familiar", declaró a la Agencia Alemana de Prensa en una entrevista. El título es "una bonita señal para Sajonia, sobre todo en un momento en el que vivimos mucha división y polarización".
Herrnhut es el origen de la comunidad protestante. Refugiados religiosos protestantes de Moravia la fundaron en 1722, después de que el conde Nikolaus Ludwig von Zinzendorf (1700-1760) pusiera a su disposición tierras allí.
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