Ninguna distancia es demasiado lejana para la paz y la reconciliación: durante las próximas tres semanas, una marcha con carruajes tirados por caballos viajará desde Dresde hasta Chemnitz, pasando por Praga, para hacer campaña contra el belicismo y por un mundo en paz. La marcha es también un ensayo general de una campaña prevista para el año próximo, 80 años después del final de la Segunda Guerra Mundial. La Asociación de Campanas de la Paz partirá de Berlín a Jerusalén con una campana fabricada con chatarra militar. "Queremos enviar una poderosa señal de que algún día habrá paz", declaró Helmut Kautz, director de la asociación, a la Agencia Alemana de Prensa. No dejaremos de creer que las espadas se convertirán en arados y que la gente entrará en razón".
Especialmente en tiempos de incertidumbre e impotencia, es importante aferrarse a la promesa de paz. Kautz: "Queremos reunirnos con la gente y celebrar con ellos la reconciliación". Al final de la Segunda Guerra Mundial, nadie creía que los alemanes volverían a llevarse bien con el mundo como lo hacen ahora. "Por eso creemos que la paz y la reconciliación serán posibles. Queremos llevar la campana a una escuela de Jerusalén donde se enseñe hebreo y árabe. Para enviar una señal de que la reconciliación es posible. Los alemanes lo han experimentado"
La paz es un bien universal
En la gira actual, la asociación viaja con cinco carruajes y doce caballos. Además de una campana de la paz, también hay un cartel direccional con la inscripción "Berlín-Jerusalén 4.800 kilómetros". Kautz espera que los simpatizantes checos se unan a la marcha. Quiere estar en Praga el 11 de agosto y en Chemnitz, Capital Europea de la Cultura 2025, el 22 de agosto, donde se entregará un mensaje de Tartu al final. Tartu es la Capital Europea de la Cultura de este año, junto con Bodø (Noruega) y Bad Ischl (Austria). "Con 'Probetreck 24' queremos enviar un mensaje de esperanza y cohesión. La paz es un bien universal que debemos proteger entre todos", subrayó Kautz.
La Asociación Campanas de la Paz se ve a sí misma como una iniciativa apartidista y no religiosa "que reúne a personas de todos los orígenes para difundir la idea de la paz en todo el mundo con simples palabras". Desde su fundación en 2019, la asociación ha organizado caminatas a caballo y ya ha transportado una campana de la paz desde el puente de Arnhem hasta Waterloo, dos lugares importantes en la historia bélica europea. Para el viaje a Jerusalén, la asociación ha logrado, según confesión propia, ganarse como padrinos al ministro presidente de Brandeburgo, Dietmar Woidke (SPD), y al superintendente general del distrito de Potsdam de la Iglesia Evangélica de Berlín-Brandeburgo-Alta Lusacia Silesia, Kristóf Bálint.
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