Después de un incidente de racismo, el club de fútbol de séptima división HFC Colditz está tomando una medida inusual. Para el partido del domingo contra el Roter Stern Leipzig, sólo se venderán entradas personalizadas previa presentación de un documento de identidad. "Se habló de celebrar el partido a puerta cerrada", declaró Matthias Wohllebe, director del equipo HFC, al periódico "Leipziger Volkszeitung".
El trasfondo de esta medida es un escándalo ocurrido durante un enfrentamiento entre los equipos de la Sachsenklasse Nord en el Sachsenpokal el pasado mes de septiembre. El partido tuvo que ser interrumpido debido a los insultos racistas del público. El tribunal deportivo impuso una multa de 1.000 euros. Ahora se quieren evitar más perjuicios económicos.
Segundo equipo como comisarios
El jugador Stern celebra la medida del HFC, según el LVZ. El club de Leipzig se describe a sí mismo como un "proyecto deportivo antifascista", razón por la que se producen enfrentamientos regulares con grupos de derechas en los partidos fuera de casa. Los partidos suelen celebrarse bajo mayores precauciones de seguridad.
En Colditz, el segundo equipo se encargará de la seguridad, la policía estará in situ y la asociación sajona enviará un observador de seguridad. Se espera un centenar de espectadores. "Este no es un partido normal", dijo Wohllebe.
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