El mensaje de Francesco Friedrich era inequívoco. El dominador ha vuelto... y de qué manera. Con una demostración de su fuerza, corrió hacia su octavo título de Campeón del Mundo en bobsleigh de dos hombres y también es el máximo favorito en la categoría reina de bobsleigh de cuatro hombres como líder de la Copa del Mundo. Sin embargo, el de Pirna, de 33 años, tuvo problemas con su autoestima en su antigua disciplina favorita, ya que llevaba casi 15 meses sin ganar en el trineo pequeño. Hay cinco razones para su regreso al trono del bobsleigh.
- Meticulosidad: Ningún piloto de bobsleigh es tan meticuloso como "Franz", como le conocen en el equipo. "Sabe exactamente lo que hay que hacer, siempre piensa orientado a la solución y no deja nada al azar", dice el seleccionador René Spies, elogiando al excepcional piloto. Busca y retoca hasta encontrar el más mínimo detalle. "Encontramos un pequeño error, que marcó una gran diferencia", dijo Friedrich tras ganar el título.
- Experto en derrapes: El sajón afila los derrapes de su vehículo durante más tiempo, con más intensidad y más cariño que cualquier otro bobsleder del circuito de la Copa del Mundo. A menudo durante horas y horas. Igual que antes de la carrera de bobsleigh de dos hombres en Winterberg. "Los corredores estaban muy bien preparados. Nuestros especialistas en corredores nos ayudaron mucho. Esa es una pequeña clave del éxito", dijo Friedrich.
- Experiencia y ambición: Especialmente cuando las cosas no salen según lo planeado, algo poco frecuente en su carrera, cada parte del bobsleigh se vuelca para sacar una centésima de segundo. Incluso en la pista. "En los entrenamientos elegía los puntos adecuados, dónde colocaba las zapatillas y miraba dónde podía perder mucho tiempo", dijo Friedrich. Eso dio sus frutos.
- El entrenador de casa, Gerd Leopold: El experimentado técnico, que ya llevó a Harald Czudaj a la victoria olímpica en Lillehammer en 1994, sabe exactamente dónde apretar las tuercas a su protegido, al que describió desde el principio como un "talento del siglo". "Una satisfacción para Franz, porque también se aprende de los segundos y terceros puestos", afirma Leopold, que lleva más de dos décadas entrenando al piloto de bobsleigh más laureado. Su máxima: "El arte de la habilidad reside en la voluntad"
- Equipo: Sus atletas de empuje Thorsten Margis, Alexander Schüller, Candy Bauer y Felix Straub forman un equipo unido, bien ensayado y, sobre todo, muy fuerte. Estos colosos de cien kilos viven y respiran la idea del rendimiento y, a veces, el jefe del equipo, Friedrich, o el entrenador local, Leopold, les convencen para que realicen otros estímulos de entrenamiento, como el yoga.
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