El Halleesche FC cayó en picado tras su primera derrota en casa y vuelve a estar en la lucha por el descenso de la 3ª Liga de Fútbol. El entrenador Sreto Ristic fue atendido tras el innecesario 0:2 contra el 1860 Munich. "Teníamos un rival difícil. Habíamos planeado mucho. La primera parte fue mixta, no me gustó el lenguaje corporal de algunos jugadores. El gol fue un regalo", declaró el entrenador a "Magentasport". Hasta ahora, el HFC siempre había compensado su mala racha a domicilio ganando puntos ante su público.
El Múnich había viajado a Halle con cuatro derrotas seguidas. Sin embargo, Morris Schröter (23) y Julian Guttau (66), procedentes de la cantera del HFC, se encargaron de que los muniqueses abandonaran los puestos de descenso. La tarjeta roja a Manfred Starke (87) tras una falta sobre Niklas Landgraf no sirvió de nada al Halle. "En algún momento es suficiente. En algún momento tenemos que rendir y también queremos rendir y luego también sumar puntos", dijo Ristic.
El técnico se mostró especialmente amargo con el trabajo defensivo de su equipo. "Tenemos que volver a estar preparados para defender cada balón. Aunque parezca tan inofensivo", dijo Ristic. Su equipo tuvo mucha posesión, pero le faltó poder de penetración. "De momento tenemos que hacer mucho para marcar goles. Y los goles traen puntos", afirmó Ristic. En la fase final, Andor Bolyki (72), Tunay Deniz (79) y Dominic Baumann (83) fallaron las mejores ocasiones del HFC.
Para el Halle, se avecina un partido que marcará tendencia. El sábado, el equipo de Ristic tiene que enfrentarse al VfB Lübeck, que también está sólo un puesto por delante del HFC con siete puntos. El Halle aún no ha sumado ningún punto en los tres partidos disputados fuera de casa esta temporada a pesar de sus buenas actuaciones.
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