Confianza en lugar de miedo al futuro: las consecuencias del consumo de medios de comunicación desempeñan un papel cada vez más importante en las escuelas de Sajonia. La atención se centra en las redes sociales como TikTok e Instagram. La avalancha de noticias negativas sobre guerras, crisis y catástrofes inquieta a los alumnos, según un post en el blog del Ministerio de Cultura de Sajonia.
La vida en tiempos de crisis permanente
"Me doy cuenta de que muchos alumnos se sienten abrumados e indefensos. Tienen la impresión de vivir en un periodo de crisis permanente en el que no pueden hacer nada por sí mismos y nada se hace por ellos. Su sentimiento de impotencia se ve exacerbado por la cantidad de noticias que les bombardean a diario a través de las redes sociales", explica Amy Kirchhoff, presidenta del Consejo de Estudiantes del Estado de Sajonia.
La neurocientífica Maren Urner ve otras consecuencias para la generación joven como resultado de la presencia excesiva de las redes sociales: "En primer lugar, está la disponibilidad constante. Internet y los teléfonos inteligentes crean una presión constante, combinada con preguntas como: ¿Qué me estoy perdiendo?
El consumo continuo de noticias negativas puede conducir a una visión negativa del mundo
Según Urner, existe una relación demostrada entre el uso prolongado de las redes sociales, por un lado, y los sentimientos de soledad y enfermedades mentales como la depresión, por otro. Un consumo adictivo de noticias negativas puede, a su vez, conducir a una visión negativa del mundo y a la impotencia en esta fase crucial de la vida.
Fortalecer la resiliencia con buenas noticias
En el instituto Elstra (distrito de Bautzen), las noticias positivas se utilizan para contrarrestar esta evolución. La directora, Jana Schwan, y su equipo introdujeron un "taller de futuro" el curso pasado. Cada viernes, los niños trabajan en proyectos de su propia elección y pueden implicarse en la ayuda a otras personas, al medio ambiente, a los animales o a las plantas, en función de sus intereses.
"No queremos limitarnos a hablar de cómo podemos promover el desarrollo sostenible, queremos implicarnos de verdad", informó Schwan. Para reforzar la resistencia de los niños cuando predominan las malas noticias, el taller del futuro siempre empieza con "buenas noticias", por ejemplo cuando se habla a los alumnos de nuevas zonas protegidas en el Ártico o de menos residuos en Alemania.
"Luego pasamos nosotros mismos a la acción y creamos "buenas noticias" en Elstra haciendo algo bueno junto con los niños aquí mismo, en el centro", explicó la directora. Los niños ya han utilizado cañas de pescar magnéticas para recoger chatarra de las aguas circundantes, han construido hoteles para insectos o casitas para pájaros, han sembrado praderas de flores silvestres, han plantado manzanos, han cantado en el hospicio o han embellecido el patio del colegio.
Las buenas noticias deben crear un contrapeso
Amy Kirchhoff, del consejo regional de estudiantes, cree que se trata de un enfoque constructivo: "Las noticias negativas están cada vez más presentes y se reproducen cada vez más en los medios de comunicación. Tiene sentido hablar de noticias positivas y crear un contrapeso". Resulta especialmente eficaz cuando los niños y jóvenes pueden contribuir activamente a dar forma a su escuela. En lugar de sentirse impotentes, pueden experimentar autoeficacia.
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