Demencia, salida artificial del intestino o diabetes: Anna Telle está familiarizada con los cuadros clínicos más diversos. Esta joven de 20 años aún está en periodo de formación. Sin embargo, tras ganar el título de campeona alemana de enfermería en junio, ahora va a por el oro en el "World Skills" -el campeonato mundial de profesiones- que se celebrará en Lyon a mediados de septiembre. Para estar óptimamente preparada, la joven está completando actualmente un programa de entrenamiento intensivo en Chemnitz bajo la estricta mirada de su entrenador nacional, Marcus Rasim.
Telle se pone unos guantes azules y se recoge el pelo rizado. Se acerca al paciente con una sonrisa, imitada en el entrenamiento por una colega. El programa incluye una intervención de estomaterapia. En este caso, a la paciente le han extirpado parte del intestino tras diagnosticarle un cáncer de intestino, por lo que ahora expulsa las heces a través de un orificio artificial.
"Hay que abordarlo con mucha delicadeza", explica. Es un tema muy desagradable para los pacientes. Además de cambiar la bolsa y cuidar de la herida, también ofrece asesoramiento, por ejemplo sobre lo que hay que tener en cuenta a la hora de alimentarse. Y no en su lengua materna, sino en inglés.
"Será muy estresante in situ"
La competición se basa en la excelencia, subraya el formador Rasim. Los participantes tienen que dominar 30 cuadros clínicos, para los que los jueces especializados ponen a prueba unos 280 criterios individuales. Se trata de situaciones hospitalarias, geriátricas y de atención hospitalaria o domiciliaria.
"Será muy estresante in situ", prevé el experto. Se espera que tomen parte en las competiciones unos 1.400 participantes de más de 70 países, así como unos 250.000 espectadores. No sólo se elegirá a los mejores en el sector asistencial, sino también en otras profesiones: desde canteros y carpinteros hasta ingenieros mecatrónicos y soldadores, panaderos, chefs y peluqueros.
Competidores de otros 18 países
Telle se enfrenta a competidores de otros 18 países en su campo. Es muy competente socialmente y mantiene la calma incluso en situaciones estresantes, elogia su entrenador. Dice que prácticamente nació en la profesión de enfermera. Sus padres trabajaban en el sector asistencial. Por eso, las enfermedades y el cuidado de las heridas eran temas frecuentes en casa, incluso en la mesa.
La joven nació y creció en Chemnitz, donde también hizo el bachillerato. Actualmente cursa estudios de enfermería en la Zeisigwaldkliniken Bethanien. Telle ve su futuro sobre todo en el cuidado de pacientes paliativos. Tienes más tiempo para los pacientes, dice. Porque eso suele faltar en los cuidados de enfermería cotidianos.
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