El artista Michael Fischer-Art está preocupado por su famoso mural sobre la unidad alemana frente a la estación central de ferrocarril de Leipzig. Debido a que se va a construir un hotel en el lugar, el futuro de la pintura no está claro, dijo el pintor a la Agencia Alemana de Prensa.
A pesar de un acuerdo previo para preservar y archivar el famoso mural, la empresa constructora responsable ha comenzado a hormigonar partes de la obra de arte en Brühl. La pintura, de 3.000 metros cuadrados, representa escenas de las manifestaciones del lunes de Leipzig, del movimiento de huida del verano de 1989 y de la caída del Muro de Berlín.
Salvamento al borde del abismo
El artista cree que el fracaso del proyecto se debe a una "falta de comunicación" entre la empresa constructora, el cliente y el propietario del mural. Según Fischer-Arts, la obra puede retirarse fácilmente, ya que está pintada sobre una capa de yeso de galga y brocha de 0,5 centímetros de espesor. "Se podría cortar fácilmente con un cutter", subraya Fischer-Art, que incluso habría aceptado encargarse personalmente de esta tarea fuera de las horas de obras.
El artista quiere ahora hacer campaña para que se detengan las obras con el fin de salvar su pintura, creada con motivo del vigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín, y subastar partes de ella por una buena causa. Según él, ya hay interesados en todo el mundo.
La empresa constructora no quiso hacer comentarios sobre las acusaciones cuando se le preguntó. El cliente que encargó el proyecto no pudo ser localizado.
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