Por segundo año consecutivo, Dresde quiere ahorrar energía en invierno. La temperatura de los edificios públicos bajará y los pasillos, huecos de escalera y habitaciones sin puestos de trabajo se calentarán a un máximo de 16 grados, según anunció la ciudad el jueves. Además, se apagará la iluminación puramente decorativa de los edificios de la capital del Estado.
La ciudad ya había puesto en marcha el año pasado un plan de ahorro energético a raíz de la crisis del gas. La evaluación confirmó que las medidas lograron amortiguar el aumento de los costes energéticos y aliviar el presupuesto municipal. Por ejemplo, las escuelas de Dresde ahorraron alrededor del 18% en calefacción y el 6% en electricidad. El Nuevo Ayuntamiento llegó a consumir un 37% menos de calefacción y un 6% menos de electricidad.
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