La política de izquierdas Juliane Nagel da al Gobierno estatal una mala nota en lo que respecta a la política de vivienda y pide que el Estado intervenga. "El Estado no debe permanecer al margen del mercado de la vivienda, de lo contrario sólo se beneficiarán quienes puedan permitirse alquileres altos y propiedades caras. Todos los demás corren el riesgo de quedar excluidos", explicó la política de Dresde. Añadió que su partido había tenido que arrancar a duras penas cada pequeña iniciativa de política de vivienda a la coalición liderada por el ministro presidente Michael Kretschmer (CDU).
"Durante mucho tiempo, se ha permitido que se malvendieran viviendas para pisos de vacaciones o locales comerciales o que se mantuvieran vacías a la espera de mayores beneficios. Sólo recientemente se ha permitido a las autoridades locales tomar medidas contra esto", subrayó Nagel. La limitación de los alquileres en Dresde y Leipzig también llegó muy tarde y no es suficiente porque permite alquileres excesivamente altos y no se aplica a las nuevas construcciones ni a las habitaciones amuebladas. El número de pisos de protección oficial se ha reducido drásticamente: de 134.000 pisos en 2006 a 12.500 en 2022: "Incluso ahora, cuando el sector de la construcción está en crisis, no se vislumbra una política de inversión inteligente. Las directrices de subvención siguen siendo demasiado complicadas y falta dinero"
Ha llegado la hora de la inversión pública en vivienda asequible
Según Nagel, ha llegado la hora de la inversión pública que cree vivienda asequible y promueva la rehabilitación energéticamente eficiente. Los programas de financiación deben ser especialmente eficaces allí donde viven muchas personas con rentas bajas. "Hasta ahora, cuanto más pobres son las personas, peor es la eficiencia energética del edificio en el que viven. Esto significa que los que menos tienen son los que más tienen que pagar por la calefacción". Para cambiar esta situación, el Estado debe intervenir en el mercado de la vivienda y apoyar más a los proveedores sin ánimo de lucro en detrimento de las empresas de vivienda privadas.
"Queremos dar preferencia a las empresas de vivienda municipales y sin ánimo de lucro, como las cooperativas -por ejemplo, en la asignación de subvenciones-, y proporcionar más fondos para la vivienda social", subraya el político del Partido de Izquierda. La vivienda social debe seguir siendo vivienda social. Una asociación de viviendas de propiedad estatal debería crear y mantener viviendas asequibles para las empresas municipales. "Queremos introducir una congelación efectiva de los alquileres y mejorar la protección contra el despido en caso de finalización de la vivienda en propiedad."
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