El proyecto Gießkannenhelden Dresden está cayendo en terreno fértil. Desde que comenzó la campaña en abril, los organizadores ya han recibido más de 60 consultas de interesados en instalar un depósito de agua para abastecer a los árboles sometidos a estrés térmico. "La gran demanda demuestra el interés por el uso sostenible del agua y del agua de lluvia en particular. Los habitantes de Dresde quieren hacer algo para preservar su medio ambiente", declaró el miércoles Louise Hummel-Schröter, portavoz de la iniciativa, en respuesta a una consulta.
En la actualidad hay tres depósitos de agua instalados y llenos, entre ellos en los terrenos de la Universidad Técnica y en el Kreuzgymnasium. Más de la mitad de las solicitudes proceden de escuelas y guarderías. Lamentablemente, no es posible atenderlas todas de inmediato. Este año, sin embargo, el objetivo es instalar entre 30 y 40 contenedores.
"A pesar de la gran demanda existente, estaríamos encantados de recibir más sugerencias de particulares o comunidades con espacios públicos adecuados. También nos gustaría hacer un llamamiento explícito a las empresas", continúa el comunicado.
El objetivo es hacer sostenible el proyecto y organizar un mejor suministro de agua vital para los árboles a largo plazo. "En general, los árboles de Dresde están mejor este año. Eso se nota en las copas de los árboles, más vitales. Sin embargo, tenemos que estar preparados, porque los fenómenos meteorológicos extremos van en aumento y las estructuras adecuadas para la preparación no se pueden instalar de la noche a la mañana"
Para los héroes de las regaderas de Dresde, se van a instalar "estaciones de repostaje" para los árboles en muchos lugares de la ciudad. Los contenedores, con una capacidad de 1.000 litros, almacenarán el agua de lluvia, que la población podrá utilizar para regar los árboles de las calles de los alrededores y evitar así que se sequen. El proyecto corre a cargo de Stadtentwässerung Dresden, la iniciativa "Dresden gießt" y el centro medioambiental de la capital sajona.
"Con el cambio climático, el verde urbano es cada vez más importante para vivir y trabajar bien en un entorno urbano. Los árboles dan sombra, refrescan el ambiente, mejoran la calidad del aire, fijan el CO2 y hacen que sea agradable pasar el tiempo en la ciudad", afirman los organizadores. La crisis climática también se está convirtiendo cada vez más en una amenaza mortal para los árboles.
"El calor y la sequía los hacen susceptibles a plagas y enfermedades y provocan su marchitamiento. Para prosperar en estas condiciones críticas, cada vez más árboles necesitan riego regular". Sin embargo, las campañas se enfrentan a menudo al mismo problema: de dónde sacar el agua.
Los embalses se facilitan gratuitamente a los héroes de las regaderas. La campaña se dirige a vecinos, empresas, cooperativas de viviendas, guarderías y escuelas. Dresde se ha inspirado en un proyecto de la región del Ruhr, donde ya participan cuatro municipios.
En Dresde se instalarán al menos 100 contenedores en los próximos dos años, que se conectarán a las bajantes de las casas. El departamento de alcantarillado de la ciudad calcula que cada contenedor costará entre 800 y 1.000 euros. A los costes de material, de 500 euros, hay que sumar los de logística, según anunció la empresa.
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