Orquesta Filarmónica de Dresde con resonancia creciente

La Orquesta Filarmónica de Dresde vuelve a experimentar una gran respuesta tras el revuelo del coronavirus. "Hoy, hace un año, habría sido prudente, pero ahora puedo decir: nuestro público ha regresado y estamos consiguiendo atraer a nuevos espectadores", dijo la directora artística Frauke Roth el lunes en un balance en Dresde. Con una tasa de ocupación global del 82% en 2023, el teatro se sitúa en la franja alta en comparación con otras salas de conciertos. Esto habla del atractivo intacto de la Philharmonie Hall, de la alta calidad de la orquesta y del entusiasmo por las experiencias en vivo. Una tasa de ocupación del 88% en el primer trimestre de 2024 confirma esta tendencia.

"Están surgiendo tendencias: nuestro público reserva con poca antelación, se compromete cada vez menos con un abono y aprecia cada vez más cuando el concierto forma parte de un "evento" global", dijo Roth, describiendo los cambios en el comportamiento de los amantes de la música. La Philharmonie está muy comprometida con la tarea de atraer a nuevos públicos y hacer posibles nuevos tipos de experiencias de concierto. El éxito de la serie de conciertos "abgeFRACKt" es prueba de ello. El público es aquí más diverso, a veces incluso más atento y entusiasta. "Y sobre todo: vuelven, les encanta nuestra música y la orquesta y se imaginan venir también a nuestros conciertos sinfónicos habituales"

Los conciertos "abFRACKt" se celebran en un ambiente relajado y sólo duran una hora aproximadamente. También puedes seguir el concierto en tu smartphone a través de una aplicación. La información sobre la música se reproduce en directo en la aplicación. Después, se invita al público a completar la velada con un cóctel creado especialmente para el concierto y aperitivos en los bares del Kulturpalast. Está claro que a la gente le ha gustado, como demuestra una encuesta de la Philharmonie. En un año, la utilización del aforo pasó del 50% a más del 90%. Una quinta parte del público tiene menos de 30 años, mientras que en los conciertos sinfónicos clásicos la cifra es del once por ciento.