Niklas Kreuzer fue el único vencedor del una vez más decepcionante Hallescher FC. El defensa disputó su primer partido en casa desde que se recuperó de un cáncer y vivió de cerca los considerables problemas defensivos del club de tercera división en la derrota por 3-2 ante el Erzgebirge Aue. "Para mí personalmente, el momento fue impresionante. Por un breve instante, pude olvidarme del resultado", dijo el jugador de 30 años.
Kreuzer fue diagnosticado de cáncer testicular en agosto de 2023. El hijo del ex profesional del Bayern Oliver Kreuzer se sometió entonces a varios meses de tratamiento. Volvió a los terrenos de juego en partido oficial el 23 de enero en la victoria por 3-2 en el campo del MSV Duisburg.
A pesar de adelantarse en dos ocasiones en el marcador ante el Aue, el HFC dejó escapar una importante victoria en la lucha por el descenso que hubiera aumentado a cuatro puntos su ventaja sobre la zona fatídica. "Al final no será suficiente, hay que ser honestos. Si dos goles no bastan para sumar un punto, entonces será difícil", declaró Kreuzer. En algún momento, habrá que darle la vuelta a la tortilla". El domingo (19.30 horas/Magentasport), el Halle tiene que enfrentarse al TSV 1860 de Múnich, un equipo en plena forma.
Después de 25 partidos, el HFC ya ha encajado 54 goles y sólo no está todavía en puestos de descenso gracias a su buen funcionamiento ofensivo, con 39 goles. "No podemos seguir con esta media, somos conscientes de ello", subrayó Kreuzer. El entrenador Sreto Ristic citó en particular el gol de Marcel Bär (2:2). "Eso fue revelador. No sé por qué ocurrió", dijo el técnico de 48 años.
Ristic encontró una explicación a los errores recurrentes en las preocupaciones por el personal. Casi nunca eran capaces de jugar en la misma formación en los cuatro de atrás. Pero el técnico también lo tiene claro: "Si siempre tienes que marcar cuatro o cinco goles para ganar, entonces se hace muy, muy difícil".
Copyright 2024, dpa (www.dpa.de). Todos los derechos reservados
