Además de expropiar Rosneft Deutschland como propietaria mayoritaria de la refinería de petróleo PCK de Brandeburgo, el Gobierno alemán está estudiando otras soluciones. Según un informe publicado el jueves en el diario Handelsblatt, la Cancillería Federal y el Ministerio Federal de Finanzas tienen reservas sobre la expropiación. Esto se debe a la preocupación por las represalias rusas a través de la expropiación de empresas alemanas en Rusia y las elevadas reclamaciones de indemnización, informó el periódico citando a círculos gubernamentales. Así lo confirmaron a dpa fuentes gubernamentales, así como una reunión entre representantes del Gobierno alemán y de la parte rusa.
El Handelsblatt informó de que hace unos días hubo una reunión con el jefe de Rosneft, Igor Sechin, en Estambul. Según fuentes cercanas a los participantes, en la reunión se discutió que la nacionalización no continuaría por el momento bajo ciertas condiciones. Por el contrario, la parte rusa se abstendrá de emprender acciones legales contra una nueva prórroga de la tutela existente. Según el periódico, esto daría tiempo a los rusos para encontrar un comprador para Rosneft Deutschland.
Una portavoz del Ministerio Federal de Economía declinó hacer comentarios al respecto. Actualmente se está celebrando la vista sobre una posible expropiación, que será analizada posteriormente. Rosneft posee el 54% de PCK en Schwedt, el 24% de la refinería Miro en Karlsruhe y alrededor del 28,6% de Bayernoil, con sede en Neustadt an der Donau.
El Ministerio Federal de Economía lleva varias semanas examinando si las acciones de Rosneft en las tres refinerías deben ser expropiadas. El Gobierno federal colocó a las filiales de Rosneft bajo tutela en septiembre de 2022, poniéndolas bajo su control. El objetivo era garantizar el suministro de combustible a pesar de no utilizar petróleo ruso debido a la guerra en Ucrania. Tras ser prorrogada varias veces, la tutela expira el 10 de marzo.
En la disputa por las acciones de la empresa estatal rusa Rosneft en las refinerías alemanas, el Ministerio Federal de Economía considera que está en juego el abastecimiento de millones de consumidores del este y el sur de Alemania. Si la refinería PCK de Brandeburgo -de la que Rosneft es accionista mayoritario- dejara de funcionar, se produciría un déficit mensual de 300.000 toneladas de gasóleo y gasóleo de calefacción en el área metropolitana de Berlín y Brandeburgo, según un informe del Ministerio a la Comisión de Energía del Bundestag. Otras 210.000 toneladas de gasóleo y gasóleo de calefacción al mes faltarían si las acciones de Rosneft Alemania en las refinerías de Miro y Bayernoil fracasaran.
"No sería posible adquirir y transportar estos déficits a corto plazo", afirma el documento, fechado el miércoles. "Como resultado, habría un alto riesgo de cuellos de botella en el suministro en el este y el sur de Alemania". Sin la intervención estatal, peligrarían las operaciones de Rosneft Deutschland y sus refinerías asociadas Miro, Bayernoil y PCK. Bajo el control ruso de PCK, proveedores, clientes, prestadores de servicios y bancos se retirarían, lo que podría llevar al cierre de las operaciones, se afirma. "Dado que las fuerzas del mercado no pueden resolver este problema, es necesaria una mayor intervención estatal"
Sería posible una nueva prórroga temporal de la tutela. Sin embargo, es necesaria una solución a largo plazo, explica el ministerio. Por ello se ha iniciado una audiencia. Sin embargo, no se trata todavía de una decisión a favor de la expropiación.
El plazo para la audiencia expira el viernes (mañana). El ministro de Economía de Brandeburgo, Jörg Steinbach, había declarado que consideraba concebibles otras soluciones además de la expropiación. No se descarta que Rosneft esté interesada en vender sus acciones por iniciativa propia.
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