La cuestión del asilo y la migración es un problema complejo que preocupa a la Unión Europea desde hace años. Los debates y planteamientos anteriores se han plasmado en este artículo en un plan de cuatro fases para ofrecer un análisis sistemático y científico de la viabilidad, las ventajas y los inconvenientes de cada planteamiento.
Fase 1: Ocuparse de los solicitantes de asilo que ya están en la UE
La primera fase se centra en las personas que ya han llegado a suelo europeo. La cuestión es cómo tratar a estas personas para, por un lado, ahorrar costes y, por otro, favorecer la integración.
Reducción de las prestaciones sociales
Sugerencia: El total de las prestaciones sociales (Subsidio Ciudadano, Subsidio por Hijo, Subsidio de Vivienda) para los refugiados debería reducirse a un máximo del 50 por ciento en comparación con lo que una persona o familia podría obtener con una semana de 40 horas y el salario mínimo.
- Pro: El ahorro de costes para el Estado podría ser significativo, lo que podría financiar otros proyectos sociales.
- Contra: La reducción de las prestaciones podría reducir significativamente la calidad de vida de los solicitantes de asilo y conducir a la marginación social.
Contra de las prestaciones en metálico
Propuesta: Las prestaciones sociales (subsidio ciudadano, subsidio familiar, subsidio de vivienda) deberían compensarse por el rendimiento laboral en la sociedad.
- Pro: Esta prestación laboral puede contribuir a la integración de los refugiados y servir al bien común.
- Contra: La administración de este sistema podría ser complicada y costosa. Además, se plantea la cuestión de la justificabilidad ética.
Oportunidad de trabajar tras completar el procedimiento de asilo
Propuesta: Las personas que hayan completado el procedimiento de asilo deberían poder trabajar inmediatamente.
- Pro: La rápida integración en el mercado laboral fomenta la independencia económica y alivia la carga del sistema social.
- Contra: Existe el riesgo de desplazamiento de los autóctonos en el segmento de salarios más bajos, lo que podría provocar tensiones sociales.
Deportación consecuente
Propuesta: Las personas que abusen de su derecho de residencia o no tengan perspectivas de quedarse serán deportadas.
- Pro: Aumenta la aceptación social. Más recursos para otros refugiados y solicitantes de asilo.
- Contra: se podría deportar a personas que ya se han integrado bien y tienen trabajo.
Tratar con los solicitantes de asilo que ya están en la UE es un reto complejo. Un planteamiento podría ser reducir las prestaciones en metálico a los refugiados, de modo que el total de las prestaciones sociales, incluida la vivienda, ascienda como máximo al 50% de lo que una persona o familia comparable podría obtener si trabajara 40 horas semanales con el salario mínimo. A cambio, se podría exigir una contrapartida en forma de trabajo socialmente útil. Este trabajo debería ser el equivalente por hora del salario mínimo y podría rondar las 20 horas semanales. Además, las personas con procedimientos de asilo completados deberían tener la oportunidad de ir a trabajar inmediatamente. Los que no quieran trabajar podrían recibir prestaciones reducidas gradualmente en un 10% cada dos meses. Para evitar un trato desigual, estas normas deberían aplicarse a todas las personas que viven y trabajan en Alemania.
Fase 2: Tratar a los solicitantes de asilo dentro de Europa
La segunda fase trata de la distribución y atención justas de los solicitantes de asilo dentro de la UE. El objetivo es armonizar los sistemas de prestaciones sociales de cada país y crear mecanismos de solidaridad.
Armonización de las prestaciones sociales
Propuesta: Las prestaciones sociales deben armonizarse en toda la UE.
- Pro: Un sistema uniforme evita el "asylum shopping" y distribuye la carga de las prestaciones sociales uniformemente.
- Contra: Las diferentes condiciones económicas de los países de la UE dificultan la aplicación de prestaciones sociales uniformes.
Fondo Europeo de Asilo
Propuesta: Debe crearse un fondo de asilo al que contribuyan todos los estados de la UE.
- Pro: De esta forma se distribuiría la carga financiera de la política de asilo entre todos los estados miembros y se podría fomentar la solidaridad.
- Contra: un fondo de este tipo requiere una estrecha coordinación política y podría favorecer a los países con economías más fuertes.
El tratamiento de los solicitantes de asilo que ya están dentro de la Unión Europea requiere una estrategia coordinada entre los Estados miembros. Una posibilidad sería armonizar las prestaciones sociales en todos los países europeos para minimizar los incentivos a la migración secundaria dentro de la UE. Paralelamente, podría establecerse una clave de reparto para que todos los países de la UE compartieran de forma más equitativa la carga de acoger a los solicitantes de asilo. Para apoyar esto financieramente, podría crearse un fondo europeo de asilo. Todos los países de la UE contribuirían a este fondo proporcionalmente en función de su poder económico y de los solicitantes de asilo previstos. Cada país de la UE que acoja a solicitantes de asilo recibiría dinero de este fondo. En caso de que un país de la UE acogiera menos solicitantes de asilo de los previstos por la clave de reparto, este país pagaría una cantidad fija por cada solicitante de asilo menos acogido.
Fase 3: Control de las fronteras exteriores de la UE
La tercera fase pretende hacer más segura y eficaz la entrada en la UE. Esto incluye soluciones tecnológicas y organizativas que garanticen la protección de las fronteras exteriores de la UE, por un lado, y planteen cuestiones éticas y jurídicas, por otro.
Prueba de origen
Propuesta: Sólo se debería procesar a las personas con una prueba de origen válida.
- Pro: Esto aceleraría el proceso de procesamiento y aumentaría la seguridad.
- Contra: Las personas que huyen de países con infraestructuras deficientes podrían verse perjudicadas.
Vigilancia por IA basada en satélites
Propuesta: Introducción de vigilancia de las fronteras exteriores de la UE basada en IA.
- Pro: Solución técnicamente eficiente que permite una vigilancia sin fisuras.
- Contra: Importantes problemas éticos y legales, incluido el posible uso indebido de datos.
Controlar las fronteras exteriores de la UE es un reto particular para el que se están debatiendo diversas medidas. Una posibilidad sería que sólo se siguiera procesando a las personas con una prueba de origen válida. Las personas sin documento de identidad o pasaporte serían devueltas a la costa de origen. Para llevar esto a la práctica de forma eficaz, se podría recurrir a la vigilancia de todo el tráfico de embarcaciones mediante drones y IA por satélite. A su llegada, se registrarían las embarcaciones y sus ocupantes. Para aquellos sin perspectivas de asilo, se contemplaría la repatriación inmediata al país de origen.
Fase 4: Procedimientos de asilo en los países de origen
La cuarta y última fase aborda la posibilidad de llevar a cabo los procedimientos de asilo ya en los países de origen. Aunque esta medida tiene el potencial de reducir significativamente la entrada ilegal, plantea retos logísticos y diplomáticos para la UE.
Centros de asilo
Propuesta: Establecer centros de asilo en los países de origen o en países vecinos seguros.
- Pro: podría reducir la migración ilegal.
- Contra: se plantean enormes retos logísticos y diplomáticos.
La tramitación de los procedimientos de asilo en los países de origen podría ser una solución alternativa. En cooperación y aplicación con el ACNUR, podrían crearse centros de asilo en los respectivos países de origen. Allí, las personas tendrían la oportunidad de solicitar asilo para la UE en su conjunto, en lugar de para un país concreto de la UE. Si hay una perspectiva positiva de asilo, los solicitantes serían trasladados en vuelo regular al país de la UE que se les asigne y alojados allí. A partir de ese momento, se aplicaría el enfoque de la Fase 1, que se ocuparía de los solicitantes de asilo que ya se encuentran en la UE.
Conclusión
En este artículo, hemos examinado un plan de cuatro fases para abordar la cuestión del asilo y la migración en la Unión Europea. Este plan abarca desde la integración de los solicitantes de asilo que ya se encuentran en la UE hasta la aplicación de procedimientos de asilo directamente en los países de origen. A través de las distintas fases, el plan ofrece una serie de puntos de partida y posibles soluciones. Sin embargo, éstas también dejan lugar a numerosas cuestiones éticas y logísticas que deberían tenerse en cuenta en el debate político y social.
Un punto central de crítica es la reducción de las prestaciones sociales para los solicitantes de asilo, que podría conducir a una mayor marginación social. Esta marginación no sólo podría dificultar la vida de los afectados, sino también aumentar las tensiones sociales. El uso de tecnología de vigilancia por IA vía satélite podría ser igualmente problemático. Aquí se plantean cuestiones urgentes en relación con la protección de datos y la justificación ética, que aún no se han aclarado lo suficiente.
En conclusión, el artículo pretende presentar la naturaleza compleja y de múltiples capas de la política de asilo y migración en la UE. Queda claro que las soluciones simples no suelen ser suficientes y que es necesario un examen exhaustivo de los diferentes aspectos y retos de la cuestión. El artículo pretende, por tanto, servir de impulso para un debate más amplio e informado en la política y la sociedad.