Un festín para los oídos y los ojos: la Semperoper ha cosechado un éxito con su nueva producción de la ópera de Sergei Prokofiev "El amor por tres naranjas". Los solistas, el coro y la Sächsische Staatskapelle dirigida por Erik Nielsen fueron largamente aplaudidos en el estreno.
La producción de Evgeny Titov destacó sobre todo por su impresionante escenografía (Wolfgang Menardi) y el encantador vestuario de Emma Ryott. Entre los solistas, destacaron Georg Zeppenfeld como Rey Treff, Aaron Pegram (Truffaldino), Flurina Stucki (Fata Morgana) y Alexandros Stavrakakis (Hechicero Tschelio).
El príncipe depresivo ocupa el centro del escenario
La ópera está basada en un cuento de hadas del dramaturgo italiano Carlo Gozzi y fue adaptada por el director y actor ruso Vsevolod Meyerhold a principios del siglo XX, añadiéndole elementos surrealistas. Prokofiev utilizó esta versión para el libreto, que él mismo escribió. El estreno tuvo lugar en Chicago en 1921.
El director Titov y su equipo sitúan al príncipe deprimido en el centro de la historia. Su curación pasa por la risa. Sin embargo, la magia le pone en una situación incómoda porque se enamora de las naranjas. "Bucear en las profundidades del alma humana es un aspecto central de la lectura de Titov", dice el libreto del programa de la ópera. Por último, pero no menos importante, las teorías psicoanalíticas de Sigmund Freud también se han colado en la obra.
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