El canciller federal Olaf Scholz (SPD) se opone firmemente a un nuevo aumento de la edad de jubilación. "Si uno quiere seguir trabajando más tiempo voluntariamente, como es mi caso, es posible. Pero no se le debería obligar", ha dicho este hombre de 66 años en Chemnitz. "Conmigo no habrá más aumentos de la edad legal de jubilación". Desde 2012, la edad de jubilación ordinaria ha ido aumentando gradualmente de 65 a 67 años.
La socialdemócrata subrayó que el seguro de pensiones había sido declarado muerto varias veces, pero había sobrevivido a todas las grandes crisis del país. "Actualmente pagamos una cotización para las pensiones más baja que al final del mandato de Helmut Kohl". En 1998, la cotización superaba el 20%, actualmente está en el 18,6%.
El hecho de que las cotizaciones no hayan subido tanto como algunos temían se debe a que hay mucha más gente trabajando, explicó Scholz. A ello ha contribuido también la inmigración de trabajadores cualificados procedentes del extranjero.
Lo que ha ayudado en los últimos años debe mantenerse para el futuro. Más empresas deben estar dispuestas a dar otra oportunidad a los parados de 60 años. Scholz también se pronunció a favor de una mayor celeridad en el reconocimiento de las cualificaciones profesionales extranjeras. Esto debería estandarizarse y digitalizarse más.
En febrero se elegirá un nuevo Bundestag. Scholz es el candidato del SPD a canciller.
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