Un avión fletado por el gobierno alemán con afganos a bordo se dirige de Islamabad a Alemania. Los pasajeros son personas de diversos programas que han recibido una confirmación de admisión legalmente vinculante, explicó un portavoz del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores en Berlín. Se espera que el avión llegue a Leipzig a última hora de hoy. Según el Ministerio del Interior de Baja Sajonia, los pasajeros serán trasladados en un primer momento al campo de tránsito fronterizo de Friedland y, transcurridas dos semanas, serán distribuidos a los estados federados.
Según el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores, unas 2.600 personas especialmente vulnerables procedentes de Afganistán esperan actualmente en Pakistán a ser admitidas en Alemania. Además de antiguos empleados locales de instituciones alemanas y sus familiares, también se admitirá a afganos que teman ser perseguidos por los talibanes islamistas, por ejemplo, por haber hecho campaña en el pasado a favor de los derechos humanos como abogados o periodistas.
La Unión quiere poner fin a los programas de admisión federal voluntaria
El acuerdo de coalición entre la CDU, la CSU y el SPD establece: "Pondremos fin a los programas de admisión federal voluntaria en la medida de lo posible (por ejemplo, Afganistán) y no estableceremos ningún programa nuevo." Los políticos de la CDU/CSU han reaccionado indignados ante los vuelos previstos para abril.
Deportaciones desde Pakistán
Los afganos que aún esperan salir de Islamabad en el marco de los diversos programas de admisión podrían verse sometidos pronto a una presión considerable. Pakistán inició una nueva oleada de deportaciones de refugiados afganos a principios de abril y quiere deportar a tres millones de afganos a largo plazo. El secretario de Estado paquistaní de Interior, Talal Chaudhry, anunció recientemente que las deportaciones a partir de mayo afectarían también a los afganos que esperan en Pakistán para viajar a países occidentales.
Los afganos que esperan en Islamabad ya están denunciando condiciones cada vez más difíciles. A menudo, las familias tienen que pasar muchos meses en las casas de huéspedes alquiladas para el programa federal de acogida, algunas incluso más de un año. Al mismo tiempo, las autoridades pakistaníes insisten ahora en la renovación mensual de sus visados. Para poder pagar regularmente las elevadas tasas, muchas familias se endeudan con parientes o tienen que vender sus posesiones en su país de origen, lo que les deja en la miseria en caso de rechazo.
Cuando se le preguntó si los afganos con una promesa de admisión de Alemania se veían afectados por la amenaza de deportación, el portavoz del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores dijo: "Estamos en estrecha coordinación y estrecho contacto con las autoridades paquistaníes y estamos trabajando para ayudar a las personas que tienen una promesa vinculante de admisión."
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