Muchos votantes primerizos perciben a los Verdes como una amenaza, según un estudio de investigadores generacionales. En una encuesta realizada por el Instituto de Investigación Generacional, el 25% de los encuestados en el Oeste y el 30% en el Este afirmaron que el partido les asustaba. A veces se le presenta como extremista y un partido que hay que prohibir, dijo Rüdiger Maas, fundador del instituto. Según la encuesta, sólo el miedo a la AfD era mayor, con un 65% en el Este y un 74% en el Oeste.
"Los jóvenes tienen ahora verdadero miedo a los partidos políticos. Y no es solo en dirección a la AfD, sino también en otras direcciones. Ese era un panorama nuevo para nosotros", dijo Maas. En las conversaciones directas con los jóvenes, por ejemplo, a menudo se hace referencia a vídeos en las redes sociales que supuestamente muestran lo peligrosos que son los Verdes. En las elecciones europeas, el partido ya había perdido mucho favor entre los votantes jóvenes y sólo alcanzó el once por ciento entre los jóvenes de 16 a 24 años.
Poco antes de las elecciones estatales en Turingia y Sajonia, investigadores del Instituto de Augsburgo presentaron un estudio sobre el comportamiento electoral de los jóvenes. Encuestaron a 870 personas de entre 16 y 25 años de toda Alemania en una muestra representativa. Además, se realizaron 132 entrevistas a jóvenes.
Tolerancia hacia las decisiones de voto
En las entrevistas directas, también quedó claro para los investigadores que, a pesar de los temores, también existe tolerancia hacia las decisiones de voto de otros jóvenes votantes, aunque voten a AfD y viceversa. "Entonces dicen: ese es mi hermano y sigue siendo mi hermano, aunque vote a la izquierda", afirma Maas. La clásica división izquierda-derecha es cada vez menos importante: alrededor de una de cada cuatro personas la rechaza.
Además, alrededor del 41% de los encuestados estaba de acuerdo con la afirmación de que el Gobierno no se preocupa por la gente corriente. Alrededor de uno de cada tres tenía la impresión de que el Gobierno trabajaba en contra de la gente. La inmigración fue el problema más importante, con independencia de las preferencias partidistas. El extremismo de derechas y el cambio climático le siguieron en segundo lugar.
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