La ciudad de Dresde quiere empezar a reconstruir el puente Carola, parcialmente derruido, antes de que acabe la década. El alcalde de obras, Stephan Kühn (Verdes), habló de "preferiblemente a partir de 2027". La administración se inclina actualmente por un procedimiento de aprobación urbanística. Según el ayuntamiento, esto permite un mayor margen de maniobra en términos de diseño que una nueva estructura de reemplazo idéntica y sigue siendo significativamente más rápido que un complejo procedimiento de aprobación de planificación.
El plan es eliminar la sección del puente C que yace en el Elba a finales de año. Actualmente se está planificando la demolición de los dos puentes A y B no afectados directamente por el derrumbe; el coste y el calendario dependen también de la tecnología. En primer lugar, su estabilidad tiene prioridad "para que sea posible el paso individual de buques a partir de finales de enero". La monitorización de las emisiones acústicas registrará acústicamente si actualmente hay más fracturas del acero de pretensado.
Esperanza de apoyo financiero para la construcción de un nuevo puente
El cruce del río forma parte de la carretera federal 170 y es una de las arterias de tráfico más importantes, y el Elba es también una vía fluvial federal en la que el tráfico marítimo comercial está actualmente en pausa debido a los escombros del puente que yacen en el agua y por razones de seguridad. Para financiar el nuevo proyecto de construcción urgente, el municipio también cuenta con el apoyo del Estado Libre y el gobierno federal - una suma de más de 100 millones de euros está en perspectiva.
La sección occidental del puente C con líneas de tranvía y carril bici se derrumbó inesperadamente en la noche del 11 de septiembre en una longitud de unos 100 metros. Pocos días después se retiraron los primeros escombros y desde principios de octubre está en marcha la demolición del tramo C de la importante arteria de tráfico del centro de la ciudad, ahora cerrada. Sin embargo, actualmente se encuentra en pausa debido a las inundaciones.
Según un dictamen pericial presentado recientemente, el resto del cruce del Elba también debe ser demolido. Los ramales A y B también corren grave peligro de derrumbarse y están dañados por la corrosión bajo tensión, que los expertos han identificado como la causa del derrumbamiento. Según los expertos, el riesgo de derrumbamiento es demasiado alto, por lo que ya no podrán cargarse hasta que se lleve a cabo un desmantelamiento controlado.
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