Universidades de Múnich y Dresde colaboran en el proyecto de investigación sobre IA GAIn

Universidades de Múnich y Dresde quieren avanzar en el uso de la inteligencia artificial (IA) en el proyecto de investigación conjunto GAIn (Next Generation Al Computing). En concreto, la colaboración de tres años entre la Ludwig-Maximilians-Universität München (LMU), la Technische Universität München (TUM) y la Technische Universität (TU) Dresden se centrará en el perfeccionamiento de las actuales plataformas de hardware para aplicaciones de IA. Ambos Estados libres financian el proyecto con tres millones de euros cada uno.

"Con el proyecto de investigación GAIn, queremos otorgar a Sajonia y Baviera un papel de
líder internacional en tecnologías de computación central y, de este modo, hacer también una
contribución a la soberanía tecnológica de Alemania", declaró el ministro de Ciencia de Sajonia, Sebastian Gemkow (CDU).

Crear una base para cosas que aún no son imaginables

Su colega bávaro Markus Blume (CSU) subrayó: "Con exigencias cada vez mayores en medicina, robótica y comunicación, nuestro progreso tecnológico también debe aumentar de escala. El hardware energéticamente eficiente y los conceptos de software pioneros son nuestra clave para ello". Aunque aún no sea posible imaginar lo que algún día será posible, las bases para ello deben sentarse ahora.

El rápido progreso en el campo de la inteligencia artificial en los últimos
años ha demostrado en todo el mundo que la aplicación de la IA y las tecnologías basadas en ella
dependen en gran medida de las plataformas de hardware utilizadas, prosigue la declaración. A largo plazo, las aplicaciones de IA se enfrentarán a retos en los ámbitos del consumo de energía, la previsibilidad, la fiabilidad y la aplicación de
requisitos legales.

Temores de problemas en el desarrollo futuro de las aplicaciones de IA

Según los científicos de LMU, TU Munich y TU Dresden, estos problemas ya no podrían superarse completamente con el hardware actual. Esto podría restringir gravemente futuros desarrollos en áreas como la comunicación, la medicina y la robótica o -en el caso del problema energético- incluso paralizarlos.