El fabricante estadounidense de chips Intel ha anunciado que aplaza dos años la construcción de su fábrica de chips en Magdeburgo. En un principio, la ceremonia de colocación de la primera piedra debía celebrarse este año, y se esperaba que la producción comenzara en torno a 2027, lo que afecta no sólo a los 3.000 puestos de trabajo previstos, sino también a los aproximadamente 30.000 millones de euros que se iban a invertir en el proyecto. La cuestión ahora es qué hacer con las subvenciones estatales de casi 10.000 millones de euros que el Gobierno alemán había proporcionado para este proyecto.
La decisión de retrasar la construcción fue anunciada por el consejero delegado de Intel, Pat Gelsinger. La empresa se enfrenta actualmente a pérdidas financieras y ha iniciado un amplio programa de recorte de gastos, que incluye la reducción de 15.000 puestos de trabajo en todo el mundo. Además de Magdeburgo, esto también afecta a una planta prevista en Polonia.
Este desarrollo no sólo cuestiona la cuestión del apoyo estatal, sino también los objetivos de la Ley de chips de la UE, que pretendía asegurar la soberanía tecnológica de Europa en el campo de la producción de semiconductores. Frank Bösenberg, Director General de la red Silicon Saxony, ve peligrar la estrategia europea en materia de chips: "Sin Intel en Magdeburgo, el proyecto faro de Europa está ausente por el momento. No se alcanzarán los objetivos de la Ley del chip de la UE. Ni una cuota de mercado europea del 20% ni la deseada soberanía tecnológica a través de la producción de semiconductores por debajo de los 10 nanómetros parecen alcanzables de forma realista para 2030 desde la perspectiva actual"
Bösenberg también criticó el debate actual sobre el uso de los fondos federales proporcionados. El ministro federal de Finanzas, Christian Lindner, pide que estos fondos se utilicen para resolver cuestiones financieras pendientes en el presupuesto federal. "Unas finanzas públicas saneadas son importantes. Pero utilizar los fondos para reducir los problemas financieros no resueltos en el presupuesto federal no es una política previsora y responsable", afirma Bösenberg. En su lugar, pide que se aproveche el tiempo para desarrollar una estrategia nacional de semiconductores con impacto en la política industrial.
El retraso de la construcción en Magdeburgo está afectando duramente a la industria europea de semiconductores, ya que la planta se consideraba un símbolo importante del repunte de la producción de chips en Europa. Intel había planeado utilizar modernos procesos de producción con la fábrica para ponerse a la altura de competidores como TSMC de Taiwán. Sin embargo, los analistas consideran que el entorno competitivo mundial y la dependencia de los productores asiáticos de semiconductores es una cuestión de seguridad nacional. TSMC se ubica actualmente en Dresde.
El futuro de la fábrica sigue siendo incierto, mientras continúan los procesos de aprobación en Sajonia-Anhalt. La solicitud de construcción consta de más de 2.000 páginas y el permiso no se concedió hasta hace unas semanas. La forma en que el Gobierno alemán y la UE reaccionen ahora ante los nuevos acontecimientos será decisiva para el futuro de Europa como emplazamiento de semiconductores.