Una experiencia en un colegio electoral de Sajonia muestra lo rápido que puede surgir la indignación. Una pareja se queja de la ubicación de la AfD en la papeleta electoral. Por qué es mejor la información que la indignación.
En un colegio electoral para las elecciones municipales y europeas de hoy en Dresde se produjo una escena sorprendente. Una pareja se quejaba en voz alta de que la AfD no figuraba en primer lugar en las papeletas para las elecciones al ayuntamiento y a los consejos de distrito. "No conocen el alfabeto", se quejaban. El empleado electoral les explicó pacientemente el sistema: El orden de las papeletas se basa en el número de votos que los partidos y las asociaciones de electores obtuvieron en las últimas elecciones municipales. Como no todos los partidos y asociaciones de votantes fueron admitidos en todas las circunscripciones, hay huecos en algunas papeletas.
A pesar de esta explicación, la pareja parecía irritada y se llevó las papeletas a las cabinas electorales con mirada escéptica. Esta breve escena en el colegio electoral fue indicativa de un reflejo generalizado: la indignación inmediata y la sospecha de una conspiración sin averiguar primero el trasfondo. Es emocionante ver lo rápido que se activa el mecanismo de la indignación cuando algo no responde a las expectativas. Pero a menudo, como en este caso, hay una explicación plausible.
Esta experiencia es un ejemplo impresionante de que, en casi todas las situaciones de la vida, primero hay que informarse antes de emitir un juicio. En una época en la que las noticias falsas y las teorías conspirativas están en auge, es aún más importante comprobar los hechos y obtener información exhaustiva. Rápidamente se emite un juicio, que luego es difícil de revisar si la supuesta injusticia resulta ser un malentendido.
Es esencial tener confianza en los procesos y sistemas, especialmente cuando se trata de elecciones, un componente fundamental de nuestra democracia. Las normas electorales y la ubicación de los partidos en las papeletas siguen reglas claras y transparentes que están diseñadas para evitar abusos. Sospechar automáticamente de una conspiración sin conocer estas reglas socava la confianza en el sistema democrático y fomenta una cultura de desconfianza.
El comportamiento de la pareja en el colegio electoral es una llamada a la prudencia y a la información. Es comprensible que a veces busquemos respuestas rápidas en un mundo complejo. Pero es precisamente este ritmo acelerado el que alberga el peligro de los juicios erróneos y la indignación innecesaria. En lugar de despotricar inmediatamente y expresar nuestras sospechas, deberíamos detenernos un momento e informarnos. En la mayoría de los casos, resultará que hay una explicación sencilla y lógica.
El trabajador electoral del colegio electoral fue un ejemplo de cómo abordar estas situaciones: con calma, objetividad e información. Puede que su explicación no haya disipado inmediatamente el escepticismo de los indignados, pero les dio la oportunidad de conocer los hechos y formarse una opinión informada.
En conclusión, a todos nos beneficia adquirir el hábito de hacer preguntas antes de juzgar. La información es la clave de la comprensión y la confianza en la política, la sociedad y la vida cotidiana. La indignación puede ser a veces el camino más fácil, pero una opinión informada nos lleva más lejos.
Fuente:
Ciudad de Dresde
Autor:
Thomas Wolf