La Comisión Europea ha autorizado los cinco mil millones de euros de ayuda alemana para la construcción de la fábrica de microchips de Dresde. La autoridad de Bruselas examinó la ayuda con arreglo a las normas sobre ayudas estatales de la UE, que permiten a los Estados miembros fomentar el desarrollo de determinados sectores económicos. Según la Comisión, la ayuda tiene un efecto incentivador: sin el apoyo, la fábrica no se construiría. Se prevén inversiones por un total de al menos diez mil millones de euros, la mitad de los cuales serán aportados por el Ministerio Federal de Economía.
La empresa taiwanesa de semiconductores TSMC quiere construir una nueva fábrica de semiconductores en el norte de Dresde junto con Bosch, Infineon y NXP Semiconductor. Los chips se destinarán principalmente a la industria automovilística. Hoy se celebrará la ceremonia simbólica de colocación de la primera piedra, a la que se espera que asista la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El Ministro Federal de Economía, Robert Habeck (Verdes), se felicitó por el ritmo marcado por las autoridades de Bruselas; desde la perspectiva alemana, las cosas deberían seguir ahora por el mismo camino: "Mantendremos el rápido ritmo del proyecto y finalizaremos rápidamente la aprobación de la financiación", anunció. La fábrica de semiconductores es un proyecto importante en el marco de la Ley Europea del Chip. Además, pretende establecer una producción de semiconductores innovadora y sostenible en Europa.
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