Las tres llamativas torres de refrigeración de la clausurada central eléctrica de Boxberg, en Alta Lusacia, fueron voladas con un fuerte estruendo. La medida marca el inicio de un nuevo capítulo en el suministro de energía, ha declarado la Secretaria de Estado Barbara Meyer, que presenció la demolición in situ. "Entre otras cosas, se está construyendo una gran instalación de almacenamiento en baterías, que el Estado Libre apoya con unos 30 millones de euros del Fondo de Transición Justa de la UE". Para Lusacia, como antigua y nueva región energética, se trata de dinero bien gastado.
Un fondo para el cambio
El Fondo de Transición Justa de la UE es un instrumento de financiación creado por la Comisión Europea para apoyar el cambio estructural en las regiones europeas. El fondo complementa las medidas nacionales de apoyo y pretende amortiguar el impacto social y económico de la transición en las regiones afectadas.
En junio, el ministro de Desarrollo Regional de Sajonia, Thomas Schmidt (CDU), y la comisaria europea Elisa Ferreira entregaron a la empresa energética Leag decisiones de financiación por un total de unos 58 millones de euros. El objetivo es crear una nueva "carga base verde" combinando el almacenamiento en baterías y las tecnologías ecológicas, lo que permitirá utilizar de forma flexible la electricidad procedente del sol y el viento en función del tiempo y la hora del día.
Objetivos de gigavatios para Lusacia
Según la información facilitada, Leag quiere poner a disposición siete gigavatios de generación de electricidad renovable para la carga base en 2030 con una denominada fábrica de gigavatios en combinación con almacenamiento de electricidad y tecnologías modernas de centrales eléctricas. Para 2040, esta cifra debería ascender a 14 gigavatios.
El cambio estructural no sólo se está produciendo en Sajonia, sino también en muchas otras regiones europeas.
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