La crisis de la industria automovilística está dejando su huella en el mayor fabricante de automóviles de Europa: Volkswagen quiere arreglárselas con unos 35.000 empleados menos en el futuro y producir más de 700.000 coches menos al año. Esto forma parte de un compromiso duramente negociado en el duro conflicto laboral de Volkswagen con IG Metall, que finalizó el viernes por la noche tras días de negociaciones. No habrá cierres de fábricas ni despidos forzosos.
El canciller federal, Olaf Scholz, calificó el acuerdo salarial de "solución buena y socialmente aceptable". No eran tiempos fáciles para los trabajadores, pero a pesar de todas las dificultades, el compromiso garantizaba que el Grupo y sus empleados se encaminaban hacia un futuro seguro.
No hubo rueda de prensa conjunta
Las declaraciones posteriores por separado mostraron que este acuerdo era más bien un compromiso alcanzado con mucho esfuerzo. La solución al menos aporta claridad para los empleados, para las familias y para regiones enteras, dijo Thorsten Gröger, negociador jefe de IG Metall en Hannover. Al mismo tiempo, el jefe de marca de VW, Thomas Schäfer, habló en Berlín de decisiones difíciles, pero también importantes para el futuro.
De qué trata el acuerdo:
La reducción de empleo prevista
Volkswagen quiere recortar más de 35.000 puestos de trabajo hasta 2030 de forma socialmente responsable. Según el plan, se recortarán unos 4.000 puestos de trabajo en desarrollo técnico en Wolfsburgo. Además, el número de puestos de aprendizaje ofrecidos cada año se reducirá de 1.400 a 600 a partir de 2026, en consonancia con la demanda. VW ahorrará 1.500 millones de euros al año reduciendo los costes laborales. Al mismo tiempo, el fabricante de automóviles prometió salvaguardar los puestos de trabajo hasta finales de 2030.
Esta era una de las principales demandas del IG Metall - VW había cancelado en septiembre la anterior garantía de empleo, que había descartado los despidos obligatorios durante más de 30 años. Si no se acuerda un reglamento de seguimiento después de que expire la garantía dentro de seis años, VW tendrá que pagar mil millones de euros a los empleados, dijo el sindicato.
El futuro de las plantas
El IG Metall también ha evitado el cierre de plantas enteras. Sin embargo, algunos centros -incluida la planta principal de Wolfsburgo- se enfrentan a serios cambios. Además de la reducción de unos 4.000 puestos de trabajo, se ha concretado el fin del Golf de combustión. La producción de los modelos Golf y Golf Variant se trasladará a Puebla, en México, a partir de 2027, según anunció el Grupo.
En el futuro, los modelos eléctricos ID.3 y el Cupra Born se fabricarán en la sede de la compañía. VW quiere asegurar el futuro del sitio con el Golf eléctrico y otro modelo basado en la futura arquitectura de autos eléctricos. Las plantas de Emden y Zwickau, que ya se han reconvertido a coches eléctricos, también parecen tener un futuro más claro con modelos de la serie ID y coches eléctricos de Audi.
La situación es diferente para los centros de Osnabrück y Dresde, que recientemente fueron clasificados en situación de riesgo. En Osnabrück, la producción del T-Roc Cabrio se prolongará hasta finales del verano de 2027. Más allá de eso, las perspectivas para los 2.300 empleados son más difíciles de entender. El sindicato ha formulado el objetivo de desarrollar una perspectiva económica de futuro para el centro. El Grupo afirma que se están examinando opciones para un uso diferente del emplazamiento.
Según VW, la producción de vehículos en la Gläserne Manufaktur de Dresde finalizará a finales de 2025. La compañía está trabajando en opciones alternativas, dijo. Entre ellas figura la posibilidad de participar en un concepto de terceros. IG Metall subraya que Volkswagen seguirá estando presente en el emplazamiento con sus propias actividades en el futuro.
Desarrollo salarial
En lo que respecta a la retribución, habrá una ronda cero para los aproximadamente 130.000 empleados de VW. De forma similar al acuerdo en la industria metalúrgica y eléctrica, un aumento salarial del cinco por ciento se ingresará en un fondo en dos fases y no en las cuentas de los empleados. Este fondo se utilizaría, por ejemplo, para financiar reducciones flexibles del tiempo de trabajo de algunos de los empleados. El sindicato y el comité de empresa presentaron este concepto en noviembre; el fabricante de automóviles lo rechazó públicamente, anunció IG Metall.
Ambas partes también acordaron una revisión del sistema de remuneración, que ya tiene décadas. El análisis comenzará el próximo año y no se aplicará hasta 2027, tras lo cual las futuras rondas de negociación colectiva también podrían dar lugar a nuevos aumentos salariales en VW antes de 2030.
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