Ante la movilización masiva de la extrema derecha para concentrarse el sábado en Dresde, el alcalde de la ciudad, Dirk Hilbert (FDP), pide una señal clara. "Hacemos un llamamiento a la sociedad de la ciudad para que todas las fuerzas democráticas se manifiesten pacíficamente", dijo en un comunicado. Los ultraderechistas quieren volver a utilizar Dresde como escenario e instrumentalizar la conmemoración de la destrucción de la ciudad el 13 de febrero para su ideología, criticó Hilbert.
Dresde no permitirá que el odio y la agitación dominen el paisaje urbano, sino que defiende la reconciliación y la paz, dijo Hilbert. "Adoptamos una postura firme contra todos aquellos que dividen nuestra sociedad y trabajan contra nuestros valores democráticos fundamentales, independientemente de la dirección y sin violencia". Hilbert llamó a los ciudadanos a "tomar partido: por nuestra Constitución, por una sociedad abierta y por la coexistencia pacífica".
Las autoridades competentes han observado una movilización masiva de la escena de extrema derecha para las concentraciones, al igual que la Oficina para la Protección de la Constitución de Sajonia en la escena de extrema izquierda. Por ello, la policía parte de una situación de confrontación.
Dresde fue destruida por las bombas británicas y americanas el 13 de febrero de 1945 y en los días posteriores. Según las investigaciones de los historiadores, hasta 25.000 personas perdieron la vida. Los extremistas de derecha lo consideran un crimen de guerra por parte de los Aliados.
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