En el caso más extenso hasta la fecha de bienes saqueados por los nazis en el Archivo Goethe y Schiller, manuscritos pertenecientes al coleccionista Beno Kaufmann, asesinado por los nacionalsocialistas, han sido entregados a sus legítimos herederos. Una carta y una carpeta de marquetería de la colección de Kaufmann fueron enviadas a la familia residente en EE.UU. a petición de ésta, anunció el martes la Klassik Stiftung Weimar.
39 cartas, un manuscrito de poesía y una carpeta de marquetería con anotaciones manuscritas del coleccionista fueron identificados por expertos de la Klassik Stiftung en los fondos del Archivo Goethe y Schiller. Otras instituciones también encontraron manuscritos de la colección de Kaufmann en sus fondos: la Biblioteca Estatal de Sajonia - Biblioteca Estatal y Universitaria de Dresde (SLUB), la Freie Deutsche Hochstift de Frankfurt a. M. y el Archivo Estatal de Turingia - Archivo Estatal Principal de Weimar.
La SLUB anunció que una investigación sistemática había identificado 23 autógrafos, es decir, manuscritos, de la colección, entre ellos una carta del estadista y poeta Eduard von Schenk al escritor Ludwig Tieck (1773-1853).
En total se descubrieron 66 objetos de la colección Kaufmann, según la Klassik Stiftung. Las respectivas instituciones han adquirido los documentos que no fueron enviados a la familia en EE UU. Por lo tanto, pertenecen legítimamente a sus colecciones, según el comunicado. La SLUB tiene previsto etiquetar allí los objetos y dar a conocer el destino de Kaufmann en una publicación.
Beno Kaufmann nació en Cracovia en 1862 y más tarde vivió en Berlín y Dresde. Coleccionaba monedas, libros, grabados y manuscritos. Los nazis le persiguieron por su origen judío. Finalmente fue deportado al campo de concentración de Theresienstadt, donde murió en 1942.
Según la fundación, Kaufmann no tuvo hijos. Tras una larga investigación, los expertos de la Klassik Stiftung lograron localizar a los descendientes de dos de sus hermanos que vivían en Estados Unidos. Una lápida en Dresde conmemorará a Beno Kaufmann en el futuro, según un artículo adicional en línea de la fundación.
Desde 2010, la Klassik Stiftung examina sistemáticamente sus fondos en busca de la procedencia de los bienes culturales. El objetivo es reconocer los objetos que llegaron a manos de la Fundación a través de la persecución de sus legítimos propietarios por parte de los nacionalsocialistas. Los bienes culturales serán devueltos a sus legítimos propietarios o a sus herederos en virtud de un acuerdo internacional.
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