La helada tardía de hace unos quince días tras una floración muy temprana ha truncado las esperanzas de los fruticultores de Sajonia. "Esperamos una pérdida de entre 50 y 70 millones de euros en las zonas de la asociación estatal", declaró Udo Jentzsch, director gerente de la Asociación de Fruticultores de Sajonia, a la Agencia Alemana de Prensa. Éstas representaban alrededor del 95% de la superficie frutícola total del estado.
Jentzsch habló de una "pérdida total", con la excepción de las fresas, cuando estaban cubiertas y protegidas con vellón. Sólo se perdió entre el 30% y el 50%, y había esperanzas de que aún hubiera alguna flor. Los campos para autocosecha que están alejados también se han visto afectados.
Jentzsch no espera cifras fiables sobre la pérdida hasta finales de mayo, principios de junio, cuando la fruta mala o dañada se caiga de los árboles. "Todavía hay manzanas en los árboles y todavía están relativamente firmes", dijo. Pero no es seguro que maduren a finales. Las cerezas, las ciruelas, las peras y las manzanas también estarán disponibles este año, como mucho, a través de los comercializadores directos. "Aunque un diez por ciento aún aguante, no merece la pena recogerlas para el comercio". Los fruticultores prefieren dejarlas colgadas.
"Nunca habíamos tenido un año como éste con un fracaso generalizado", dijo Jentzsch. Hasta ahora, sólo se han visto afectadas regiones. Ahora, sin embargo, "todo está helado" en Sajonia, Turingia, Sajonia-Anhalt y Brandeburgo, y no hay una sola granja en el país sin daños. Incluso la cosecha anterior no fue abundante, pero se pagó bien. "Los que aún tienen fruta están consiguiendo precios de producción relativamente razonables, pero distan mucho de ser buenos", dice describiendo la situación. "Si una manzana cuesta tres euros en la tienda, el productor no consigue ni un euro."
Según Jentzsch, muchas explotaciones se están quedando sin reservas. Después de la cosecha de tres cuartos en 2017 debido a las heladas, que incluso se pagó mejor, en los años siguientes hubo heladas, granizo, sequía o quemaduras solares y los precios al productor fueron bajos. Debido a la explosión de los costes, las superficies frutícolas se están reduciendo: 1400 hectáreas en Sajonia y Sajonia-Anhalt en los últimos 15 años. Los fruticultores se rinden una y otra vez.
"Ya no podemos seguir el ritmo de la competencia", dice Jentzsch. Otra razón es el salario mínimo. Polonia, segundo productor mundial de manzanas, paga de 4 a 5 euros por hora a los temporeros, "nosotros pagamos de 12 a 15 euros, lo que ya no es competitivo". Y las condiciones políticas y económicas hacen las cosas cada vez más difíciles. "Esto deprime el ánimo", afirma Jentzsch.
Los consumidores también lo notarán. Habrá fruta de Alemania. "Sólo se ha visto afectado el centro de Alemania, incluido Hesse en cierta medida, el Palatinado y Baden-Baden en casos aislados". Pero la región del lago de Constanza, por ejemplo, y el Alte Land como gran zona de cultivo no sufrieron daños significativos. Pero: "La fruta sajona es una rareza en 2024."
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