El arpa en Nochebuena forma parte de la temporada festiva en la República Checa tanto como el ganso de Navidad en Alemania. Sin embargo, cada vez hay más resistencia a la costumbre de ofrecer y vender el pescado vivo en cubas. Después de la cadena de descuento Lidl, la cadena de supermercados Billa también ha dejado de permitir este tipo de puestos delante de sus tiendas, según declaró el jueves una portavoz de la filial Rewe. Los clientes tendrán la opción de comprar pescado preenvasado en el armario refrigerador del supermercado.
En la República Checa, todavía está muy extendido comprar carpas vivas y hacer que las evisceren en el puesto o dejarlas nadar en la bañera de casa hasta que las sacrifican. Mucha gente no quiere renunciar a esta tradición, a pesar de que hace tiempo que hay frigoríficos en casi todos los hogares. La campaña "Navidad sin violencia" lleva años luchando contra estos métodos. "En contra de la creencia popular, según los últimos descubrimientos científicos, las carpas son criaturas sensibles y asombrosamente inteligentes", declaró su portavoz, Tereza Vandrovcova.
La organización de defensa de los animales "Compassion in World Farming" presentó a principios de diciembre en el Parlamento de Praga una petición con más de 10.000 firmas. En ella se pide la prohibición legal de la venta de peces vivos. El año pasado, la autoridad veterinaria estatal SVS inspeccionó 760 de los más de 3.000 puestos de venta de carpas. Se detectaron abusos en el 2,2% de los casos. A pesar de la costumbre navideña, el consumo de pescado en la República Checa está por debajo de la media europea, en torno a los cinco kilos anuales.
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