Después de una pausa de casi dos meses, el histórico funicular de Dresde volverá a funcionar según lo previsto a partir del sábado. Según la empresa de transportes de la ciudad, la inspección especial periódica, que debe realizarse cada diez años, no dio lugar a ninguna reclamación por parte de la ITV. Ambos vagones recibieron nuevos muelles para sus frenos y diez ventanas abatibles adicionales para una mejor ventilación en verano. Además, se sustituyeron un total de seis traviesas antiguas. Las obras costaron un total de 270.000 euros.
Desde 1895, el funicular conecta el barrio de Loschwitz con el barrio de Weißer Hirsch, situado a mayor altura. Cubre una diferencia de altura de 95 metros en una longitud de unos 550 metros; el viaje sin conductor dura cinco minutos. Junto con el ferrocarril colgante de montaña vecino, el más antiguo del mundo -sus raíles están montados sobre una viga-, son edificios protegidos. Se encuentran entre los monumentos más emblemáticos de la ciudad del Elba y son tanto un medio de transporte como una atracción turística.
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