Nuevo partido, nueva suerte: apenas unos días después de finalizar el Campeonato de Europa en Alemania, todas las miradas se dirigen ahora a otro tipo de fútbol: el Campeonato Mundial de Fútbol Robot de Eindhoven (Países Bajos).
Después de la amarga eliminación de la selección alemana en cuartos de final de la Eurocopa contra España, las posibilidades de que Alemania gane el Mundial de fútbol robot son bastante buenas, afirma Max Polter, miembro del equipo de fútbol robot de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Leipzig (HTWK). "Hay motivos para la esperanza. La amarga derrota por 9:0 en la final germano-alemana del último Mundial de Burdeos fue dolorosa."
Revancha contra Bremen a la vista
El año pasado, el Leipzig perdió contra su rival en la final, B-Human, el equipo de la Universidad de Bremen y el Centro Alemán de Investigación de Inteligencia Artificial (DFKI). Sin embargo, el último encuentro en el campeonato alemán de primavera, que se saldó con una derrota por 4 a 1, dio ánimos al equipo de Leipzig. "Hemos remontado un poco desde la goleada por 9:0. No es un regalo, pero se ha hecho más tangible", continuó Polter.
El último partido fue mucho más equilibrado, aunque desgraciadamente se fallaron algunas ocasiones de gol. Los nuevos robots del HTWK también son mucho más robustos. El Leipzig se proclamó campeón del mundo por última vez en Montreal en 2018. Desde entonces, Bremen ha ganado el título todos los años.
El código decide
El HTWK juega en una liga en la que solo el software o código es decisivo. "Todos jugamos con robots idénticos", explica Polter. En otras ligas, los equipos construyen sus propios robots, con menos atención al software.
Además de los equipos de Leipzig y Bremen, los de Hamburgo y Dortmund también son muy fuertes. "El equipo Runswift de Australia también está siempre entre los primeros", dice Polter.
Además de la competición principal, este año también habrá el llamado "Desafío de Autonomía Compartida", en el que dos robots compiten entre sí. "Sin embargo, sólo uno de los equipos es totalmente autónomo, es decir, no está controlado por un humano", explica Polter.
Estos robots están programados de antemano y juegan con un código totalmente automatizado. En el bando contrario, uno de los robots está teledirigido por un humano. El reto: el humano al volante no puede ver el campo de juego. Sólo puede transmitir los datos de los sensores del robot a su ordenador portátil y debe utilizar esta información para dar órdenes al robot. Según Polter, el objetivo principal del desafío es "arrojar luz sobre la cooperación entre el hombre y la máquina".
Preparativos a toda marcha
Mientras muchos jugadores de fútbol humano disfrutan ahora de unas merecidas vacaciones de verano, los preparativos del equipo de fútbol robot del HTWK Leipzig están a toda marcha.
El torneo comienza el 17 de julio en Eindhoven. Según Polter, el título es "definitivamente más tangible que en años anteriores". "No hemos dejado piedra sin remover y hemos trabajado duro".
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