En el litigio sobre la prohibición de vender vino que contenía residuos de un insecticida no autorizado, el Tribunal Administrativo Federal tiene previsto anunciar una decisión el jueves. En concreto, se trata de la prohibición impuesta a varios vinos por el distrito de Meißen en junio de 2016 porque el contenido de dimetoato había superado el valor de 0,01 miligramos por kilo. Este pesticida no había sido autorizado en Alemania en aquel momento, fue el razonamiento del Tribunal Superior Administrativo de Bautzen, que había rechazado el recurso de la cooperativa de viticultores de Meißen.
Los jueces administrativos de Leipzig, sin embargo, se remiten ahora a un reglamento de la UE que permite excepciones. En él, se establecían valores límite de 0,02 miligramos por kilo para el dimetoato, ya que estos valores no estaban clasificados como peligrosos para la salud. El vino en cuestión había quedado por debajo de este valor. Esto debe sopesarse ahora, subrayó Renate Philipp, presidenta del Senado.
El procedimiento está relacionado con el llamado escándalo del vino en Sajonia. La pelota echó a rodar en otoño de 2015 durante una inspección rutinaria en una empresa vitivinícola del distrito de Meißen. En ese momento, se encontraron residuos de dimetoato. La cooperativa de viticultores de Meißen había producido los vinos a partir de uvas suministradas por los socios. Entretanto, se ha modificado el sistema de control. Mientras tanto, todos los vinos de calidad y Prädikat se analizan de forma centralizada a través del Instituto Estatal de Pruebas en un procedimiento de prueba modificado.
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