A principios de 2024 se desconectará la central eléctrica de lignito de Chemnitz. Las dos unidades que abastecen de calor y electricidad a la cuarta ciudad más grande del este de Alemania serán sustituidas por dos centrales eléctricas con motores de gas. El lunes entraron oficialmente en funcionamiento. Con ello se reducirán las emisiones de CO2 en un 60%, según el Director General de la empresa proveedora de energía Eins, Roland Warner. Esto equivale aproximadamente a lo que emiten 230.000 coches, dijo. Warner habló de un "paso histórico" para la ciudad hacia la neutralidad climática.
La planificación de la conversión del suministro de energía se remonta, al parecer, a hace unos 8 años. En total, la empresa está invirtiendo unos 400 millones de euros, de los cuales unos 220 millones se destinan a nuevas centrales de generación de energía. Al mismo tiempo, Eins está abandonando el carbón antes de lo previsto inicialmente. Inicialmente, sólo un bloque iba a ser retirado de la red este año, el otro no hasta finales de 2029.
La central ha estado expulsando hasta ahora casi un millón de toneladas de CO2 al año a la atmósfera y está considerada como la mayor emisora de este gas perjudicial para el clima en la región. Para ello, se trae lignito en tren de mercancías desde la zona de Leipzig: en verano unas 2000 toneladas, en invierno unas 4500 toneladas diarias. El contrato de suministro expira a finales de año, según Warner. Entonces, el almacén se vaciará antes de que se seque el humo del respiradero de 300 metros de altura. Sin embargo, la chimenea, visible desde lejos, se conservará. Fue diseñada por el artista Daniel Buren y se considera una obra de arte.
En el futuro, la electricidad y el calor de Chemnitz serán suministrados por doce enormes motores situados en dos emplazamientos. Según la información, pueden funcionar no sólo con gas natural, sino también con biogás, gas de síntesis y hasta un 20 por ciento de mezcla de hidrógeno para mejorar aún más el equilibrio climático. Además, pueden utilizarse de forma más flexible que las anteriores unidades de carbón y encenderse por módulos en pocos minutos. Sin embargo, esto también va acompañado de una reducción de unos 60 puestos de trabajo, ya que se necesita menos personal para su funcionamiento.
"Comienza ahora una era sin carbón para Eins y Chemnitz", afirma Warner. Pero las nuevas centrales son sólo una tecnología de transición en el camino hacia la neutralidad climática. Ya se está construyendo una planta que utilizará electricidad para generar calefacción urbana como un calentador de inmersión gigante, por ejemplo con electricidad procedente de centrales solares y eólicas. Además, hay planes y consideraciones en marcha para la construcción de una central eléctrica de leña, grandes bombas de calor y una planta de conversión de residuos en energía.
La vida útil de los motores puestos en marcha en las dos nuevas centrales eléctricas se estima en unos 15 años. Después podrían ser sustituidos por una nueva generación de motores que puedan funcionar hasta con un 100% de hidrógeno, explicó Warner. Ya hay "intensas conversaciones" con el fabricante MAN al respecto.
Copyright 2023, dpa (www.dpa.de). Todos los derechos reservados