La asociación de hostelería y restauración de Sajonia (Dehoga) reclama de forma permanente una reducción del impuesto sobre el volumen de negocios para restaurantes y proveedores de servicios de catering. "El sector de la hostelería está bajo presión", declaró el martes en Dresde su director ejecutivo, Axel Klein. En los años Corona, dijo, han desaparecido del mapa 1.452 hostales, "una media de tres por municipio". Y según los resultados de una reciente encuesta, el 7,7% de los negocios ven su existencia gravemente amenazada por la prevista vuelta al IVA del 19% sobre los alimentos en 2024. Esto significa que más de 570 negocios de hostelería del Estado Libre se enfrentan a la extinción, dijo Klein. Dado que el 49,5 por ciento aún no se había decidido, podrían producirse más cierres con un desfase temporal.
La reducción al 7 por ciento del IVA para las comidas había entrado en vigor en 2020 en la pandemia de Corona y ahora expirará a finales de 2023. "No se trata sólo de los restaurantes, sino de ofrecer al público y a los turistas alimentos frescos y sanos elaborados con productos regionales", dijo Klein. Además, los restaurantes también abastecen a guarderías, escuelas, instituciones sociales y empresas. El aumento de los costes de personal, energía y materias primas estaba situando la facturación por debajo de los niveles anteriores a la crisis y poniendo en peligro la rentabilidad.
El hecho de que comer fuera de casa se estuviera convirtiendo en un lujo "no beneficia a los ciudadanos", afirmó el presidente de Dehoga, Axel Hüpkes. Especialmente en las zonas rurales, donde se necesita atractivo, "ahora se está apretando". Además, con la subida de impuestos, existe el peligro de que los padres retiren a sus hijos de las guarderías o de los comedores escolares debido a la presión de los costes si los precios siguen subiendo.
La asociación calcula que el incremento de los costes será del 20% si el mayor impuesto sobre las ventas se hace realidad y se añaden los aumentos salariales y el aumento de los costes energéticos. "No se trata de un problema puramente financiero, sino de un problema para la sociedad en su conjunto", dijo el vicepresidente de Dehoga, Jens Ellinger. Con el cierre de restaurantes desaparecen también lugares de comunicación y "un pedazo de la cultura alemana".
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